Revista Comunicación

Por qué sospecho que no soy una mujer

Por Roales

¡Bienvenidos!

Ya ha llegado septiembre, y como todo lo bueno, también vuelve este blog. Lo sé, queda muy pedante pero ya que sigo sin recibir regalos por mi contribución a vuestras vidas, tendré que darme bombo.

El otro día, de esto que estaba aburrida, empecé a leer un artículo donde enumeraba las cosas típicas que sabemos hacer las mujeres. Horrorizada, empecé a considerar la posibilidad de que no fuera realmente una mujer porque a mi no se me daba bien casi ninguna de esas cosas. A lo mejor no soy una mujer, quizás tengo el cuerpo y la cara de una mujer, pero mi alma pertenece a otro género. Lo primero que pensé que es que quizás fuera un hombre por dentro, pero luego recordé la cantidad de chorradas que dicen, hacen y piensan, y descarté la posibilidad. Yo nunca podría arrascarme mis partes en mitad de la calle y escupir seguidamente.

Mi siguiente opción es que fuera un extraterrestre con forma humana y estuviera aquí para salvar el mundo o destruirlo. Prefiero lo segundo, resulta mucho más fácil. Dicho esto, si fuera así, quiero mandar un mensaje a mis compañeros aliens: Cabrones, haberme dado la vida de Angelina Jolie y a su marido.

También he pensado que puede que haya más como yo, otras mujeres que no sean realmente mujeres, si te sientes identificadas con las siguientes líneas, ponte en contacto conmigo.

  • No sabes rizarte el pelo con un palo. Ni siquiera con la plancha. Has visto miles de tutoriales, has probado todos los métodos, te has gastado un dineral en planchas ultramegaefectivas y te sigue quedando un ricillo extraño, como descontento, que te dura una media de 30 minutos y luego se convierte en algo indefinido.
  • No conoces decenas de marcas de maquillaje ni sabes qué es exactamente una pre-base. Te suenan Maybelline, Rimmel, L'oreal y unas cuantas más. Pero luego tus amigas hablan de Rose Potti y se te queda cara de circunstancia porque no sabes si es alguna marca, una famosa o una enfermedad. También te quedas de piedra cuando ves a una blogger maquillarse y usar una media de 20 productos. Tú usas cinco y en ocasiones especiales.
  • No te compras lo mas in o out que se lleve esa temporada. Te das cuenta que algo se lleva porque cuando vas por la calle ves a la mayoría de las chicas con el mismo chaquetón, ese que tú has visto en la tienda y has pensado "menuda horterada".
  • No ves Sálvame, ni Cazamariposas ni todos esos programas que supuestamente nos gusta a las mujeres. De hecho, la vida de Paquirrín es un hecho desconocido para ti.
  • Sabes instalar una impresora, un antivirus o formatear un ordenador sin recurrir a ayuda masculina. Sí, lo sé, es algo que la población aún no se cree.
  • Te depilas independientemente de que tengas pareja o no.
  • No sabes hacerte peinados espectaculares en cinco minutos. La coleta, la trenza clásica y el moño son tu repertorio. Tampoco has logrado nunca el efecto ahumado en los ojos. No sabes lo qué es el efecto ahumado.
  • Sara Carbonero no es una referencia para ti.
  • No llevas unas manoletinas cuando sales de fiesta, vas a la fiesta directamente con las manoletinas.
  • No te gusta hacer aerobic, spinning o similares cuando vas al gimnasio.
  • No llevas un boquitín en tu bolso, ni clínex, ni más maquillaje. De hecho, si los bolsillos de los pantalones fueran más grandes, no llevarías ni bolso.
  • No has planeado tu boda ni el nombre de tus futuros hijos.

Si te has sentido identificada con estas situaciones, probablemente no seas una mujer. No te sientas sola, hay muchas como tú, encontraremos la especie a la que pertenecemos, mientras tanto intenta no levantar sospechas... o sí, que tampoco intentamos parecer perfectas siempre.


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