¿Cómo puede ser que en España todavía no se apliquen los horarios de trabajo europeos? La jornada laboral habitual en cualquier oficina española es de 9h a 19h con 2 horas para comer. Esto ya hacen 10 horas fuera de casa. Sumadas a las 2 horas necesarias para los desplazamientos dan 12 horas. Para colmo, los alemanes finalizan a las 17h y son los más ricos de Europa.
En una empresa en la que trabajé, un poco antes de que se presentara un ERE, el Director General en funciones se pasaba su jornada de 12 horas casi íntegramente en el bar. En una ocasión le solicitamos reducir las 2 horas de la comida a 1 hora para poder finalizar la jornada a las 18h en lugar de a las 19h. Se estuvo riendo durante un día entero ante “semejante sandez”. La respuesta fue un NO rotundo.
Lo peor era observarle a él “dando ejemplo”. Lo veías llegar a las 9h ojeroso, rindiendo menos que una ameba. Iba a desayunar de 10h a 11h y comía de 14h a 16h con copazo y partida de mus incluidos. Se marchaba de nuevo a las 19h, creo que también al bar. Mientras, sus subordinados permanecían más tiempo trabajando en pro de una mayor facturación que nunca llegó.
Este señor, abanderado de nuestra castiza jornada laboral, tiene miles de clones repartidos por todo el territorio nacional. A todos ellos les importa un pimiento que las estadísticas demuestren que los horarios flexibles y/o intensivos favorecen la implicación de los trabajadores en la empresa e influyen positivamente en los resultados.
El pasado 10 de octubre, AROHE celebró el VII Congreso Nacional para Racionalizar los Horarios Españoles con el lema Los horarios racionales mejoran la productividad.
Estas son algunas de las ideas que surgieron a lo largo de las 4 mesas redondas que estructuraron el congreso:
En cuanto a la aplicación de la flexibilidad horaria se constató que los trabajadores se comprometen más con la empresa, aunque se reconoció la gran dificultad que entrañaría la aplicación homogénea de esta medida.
En cuanto a la conciliación laboral y familiar, entre muchas otras cosas se propuso un mayor uso de las nuevas tecnologías para trabajar desde casa y la apuesta por la jornada continua de los niños en las escuelas.
En cuanto a las ventajas para las empresas me quedo con 2 ideas esenciales. El valor de no trabajar más si no mejor, priorizando la eficiencia. Y la afirmación de que la racionalización de los horarios favorece la retención del talento, reduce los costes, suaviza el absentismo y mejora la calidad de los productos.
Al final, tal y como se dijo en la 3ª mesa redonda del Congreso: “hay que potenciar los planes de conciliación para que las personas puedan estar más satisfechas con su trabajo y puedan dedicar tiempo a la familia y al ocio”.
Podéis descargaros aquí un PDF con el resumen del resto de las conclusiones.
¿Qué pensáis vosotras de la racionalización de los horarios?
Este post ha sido redactado según el Código de Confianza C0C.