Porfirio Díaz

Porfirio Díaz (1830-1915) fue presidente de México de 1876 a 1880 y de 1884 a 1911. Durante este tiempo, supervisó amplias reformas de modernización y nacionalización. Orquestadas por una élite llamada Los Científicos, estas reformas transformaron México y estabilizaron eficazmente su economía. El precio, sin embargo, fue la política cada vez más dictatorial de Porfirio Díaz. Oprimiendo la libertad de expresión, de prensa y de sufragio, Díaz fue destituido en 1911 por la Revolución Mexicana. En su largo mandato supo hacer que las cosas sucedieran. Porfirio Díaz llegó al poder en una época en la que había muchos esperanza para el futuro de México pero poca acción. Él pasó a la acción, pero lo hizo de tal fuerza que la única manera de sacarlo de esa posición de poder fue mediante una revolución sangrienta.

Datos sobre Porfirio Díaz

Nacimiento 15 de septiembre de 1830 en Oaxaca, México

Fallecimiento 2 de julio de 1915 en París, Francia

Nombre completo José de la Cruz Porfirio Díaz Mori

Conocido por Presidente y Dictador de México

Infancia de Porfirio Díaz

Porfirio Díaz fue un personaje increíblemente complejo, y en la época en que estuvo en funciones se produjeron algunos de los mayores cambios en la historia de México. Nacido como José de la Cruz Porfirio Díaz Mori en el estado mexicano de Oaxaca el 15 de septiembre de 1830, el futuro presidente creció en un México que luchaba por conseguir algún tipo de estabilidad con su nueva nacionalidad. La inestabilidad también formaba parte de su historia personal. El joven Porfirio Díaz fue el sexto de siete hijos. Su padre, un tabernero, murió cuando él tenía unos tres años, pero su madre se las arregló para que tuviera una educación. Como la familia era profundamente religiosa, Porfirio eligió la carrera de sacerdote y se matriculó en el seminario a los 15 años.

Batalla de Puebla o del 5 de mayo

El ascenso de Porfirio Díaz

Sin embargo, la inestabilidad de México le llevaría por otro camino. La década de 1840 fue denostada por el dictador Antonio López de Santa Anna, que tenía la mala costumbre de retirarse del cargo y luego volver a tomarlo. México tenía problemas, y entonces Estados Unidos invadió el país en 1846. Porfirio Díaz, como muchos estudiantes del seminario, dejó la escuela para luchar. Díaz nunca lucho en una batalla en esta guerra, pero decidió que el sacerdocio no era para él. Porfirio Díaz se convirtió rápidamente en un activista entre los liberales de México (incluido su compatriota Benito Juárez) y comenzó a estudiar derecho.

Finalmente llegó a ver la acción militar en la lucha por desalojar a Santa Anna del poder en 1855. Tras el exilio de Santa Anna, Díaz obtuvo su primer cargo oficial en Oaxaca, siendo nombrado gobernador. Cuando las cosas empezaban a calmarse, Francia invadió México en 1861. Porfirio Díaz, un joven militar, luchó en la famosa Batalla de Puebla que detuvo el avance francés el 5 de mayo de 1862. Después de que Francia fue repelida en 1867, Díaz ascendió en el escalafón militar y se dedicó a la política haciendo campaña contra el popular presidente Benito Juárez. Juárez hacía campaña para un nuevo mandato, y Díaz lanzó una rebelión armada contra él en 1871.

Porfirio Díaz perdió y fue retirado del servicio. Sin embargo, Juárez murió poco después y Díaz resurgió para desafiar al sucesor del ex presidente. El 5 de mayo de 1877, con la promesa de estabilizar México, Díaz se convirtió en presidente de forma constitucional. Cumplió un mandato y luego se hizo a un lado, controlando a su sucesor elegido a dedo desde la sombra, y fue reelegido en 1884. No abandonaría ese cargo hasta que la Revolución Mexicana le obligó a abandonarlo en 1911.

La Revolución Mexicana

Díaz, el modernizador

Porfirio Díaz creció en un México inestable. Había visto a los Estados Unidos invadir y tomar los territorios del norte de México, y había visto a Francia colonizar la nación. Díaz quería ver un México estable, y para él eso significaba transformar a México en una potencia industrial moderna al estilo europeo.

El Porfiriato estuvo lleno de programas de infraestructura, transformando completamente los centros urbanos como la Ciudad de México. La electricidad se utilizó por primera vez en todo México bajo el mandato de Díaz, los trenes y ferrocarriles se dispararon, la producción industrial se disparó y, por primera vez en la historia del país, México tuvo un presupuesto equilibrado. En el centro de todo esto se encontraba un grupo de élites altamente educadas llamadas los científicos. Estos burócratas microgestionaron todos los elementos del programa de modernización de Díaz, utilizando los métodos científicos más modernos procedentes de lugares como Nueva York. Nada escapó a sus visiones, y México se transformó.

Porfirio Díaz, el nacionalista

El otro gran objetivo de Díaz era la identidad nacional mexicana. El México en el que creció Díaz no tenía un sentido de identidad mexicana unida. Ejerciendo sus amplios poderes presidenciales, Porfirio Díaz invirtió millones de dólares en museos nacionales y celebraciones estatales para los héroes nacionales. Por supuesto, la mayoría de estas celebraciones también tenían algo que ver con Díaz. La Batalla de Puebla fue relativamente menor en el gran esquema de las cosas. Pero Porfirio Díaz luchó allí, por lo que la Batalla de Puebla se convirtió en una importante fiesta nacional. Díaz también trasladó las celebraciones del día de la independencia del 16 al 15 de septiembre. ¿Por qué? Díaz fue bautizado el 15 de septiembre. Hasta el día de hoy, la celebración formal de la independencia de México tiene lugar el día 15.

Porfirio Díaz

Díaz el dictador

A pesar de sus esfuerzos por estabilizar a México, no debemos olvidar que Porfirio Díaz fue un dictador en el sentido más estricto de la palabra. Cuando entró en política, lo hizo bajo el lema Sufragio Efectivo, No Reelección. En 1910, los periódicos lo habían cambiado por Sufragio Efectivo No, Reelección. Porfirio Díaz fue elegido prometiendo una presidencia de un solo mandato.

Terminó modificando la constitución nacional dos veces para darse más mandatos. Para el final del Porfiriato, la prensa libre estaba siendo maniatada, las elecciones estaban claramente amañadas, y los oponentes políticos de Díaz tenían la desagradable costumbre de desaparecer. En 1910, mientras Díaz celebraba el centenario de México e invitaba al mundo a ser testigo del estado modernizado, su principal oponente político (Francisco Madero) estaba en la cárcel.

Tras unas elecciones en las que Díaz ganó por un margen imposible, Madero escapó de la cárcel, se fue a Estados Unidos y orquestó el inicio de la Revolución Mexicana. En 1911, Díaz se vio obligado a salir de México, haciendo una última observación sobre la creciente rebelión: «Madero ha desatado un tigre; veamos si puede controlarlo». Porfirio Díaz murió el 2 de julio de 1915 en París, Francia, pero dejó una huella en México durante décadas.

Francisco Madero

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