Algo menos libre en casa
La PORNOGRAFIA, evidentemente puede compartirse con la pareja, pero lo cierto es que en muchas ocasiones suele seguir siendo una práctica privada. Una práctica que complementa la actividad sexual de muchas personas y que puede estar mejor o peor vista, pero que no cabe duda de que es una realidad social.
Han quedado muy lejos aquellos tiempos en los que había que ir a Francia a ver películas atrevidas. Ahora la PORNOGRAFIA está al alcance de cualquiera, posiblemente con demasiada facilidad y despreocupación porque, al igual que está al alcance de los adultos, también lo está al alcance de los menores… incluso sin salir de casa. Y no hablo de que encuentren alguna revista debajo de la cama, sino de un simple acceso al mundo exterior por medio de una conexión a internet, tan presente en la mayoría de los hogares de hoy en día.
Marcar los límites es complicado y lo mejor sería una educación desde casa complementada con una educación en las escuelas, pero a veces hablamos de ponerle puertas al campo porque no es como hace cuarenta años cuando algunas revistas llegaban a los quioscos pero quedaban semiescondidas a la espera de que los adultos preguntasen por ellas con cierta vergüenza. Ahora basta con pasar por delante de cualquier quiosco para ver en el escaparate las fotos más atrevidas, pero también está el cine, que aunque todavía es para adultos, las películas se pueden descargar desde internet, con lo cual la cautela ha dejado de tener la efectividad que tenía en nuestros tiempos.
Ahora bien, todo eso es en cuanto a nuestros menores, pero ¿qué pasa con nosotros? ¿Puede la PORNOGRAFIA seguir siendo privada o necesariamente ha de ser consensuada con la pareja? ¿Por qué pregunto esto? Porque David Cameron, el primer ministro del Reino Unido sigue empeñado en su lucha contra la PORNOGRAFIA y quiere establecer un filtro por defecto que requerirá ser quitado para poder ver contenidos pornográficos desde el ordenador. Consecuencia… según sus propias palabras, quienes quieran ver PORNOGRAFIA desde su casa “tendrán que discutirlo” con su pareja.
Según afirma:
Los niños son los más beneficiados porque “a veces accidentalmente o a propósito pueden buscar imágenes pornográficas” con esta medida “dan una oportunidad a los padres de tomar un rol más positivo” “No estamos dando clases a la gente sobre lo que deberían hacer o lo que no, les estamos ayudando con algo con lo que la gente continuamente me pide ayuda”.
De momento solo en el Reino Unido, pero lo normal es que este tipo de cosas acaben llegando también a España.
¿Estás de acuerdo con esta medida?
Ramón Cerdá