Everest es un ejemplo de lo mal que se puede vender una película. Si visualizamos el
tráiler de esta película, nos encontramos con un largometraje de acción con una calidad superior a las ya vistas con esta temática (como no soy de este tipo de películas solo soy capaz de pensar en Límite Vertical). Sin embargo, la película nos ofrece una historia más próxima al documental que a una película de acción.La historia real de un grupo de montañeros que en 1996 decidieron escalar el Everest liderados por Rob Hall (Jason Clarke). El equipo lo forma un médico con ambiciones, Beck Weathers (Josh Brolín),también por Doug Hansen, un maestro de escuela que ya lo ha intentado otras veces y nunca ha alcanzado la cima (John Hawkes) o Yasuko Namba, la segunda mujer japonesa en escalar las siete cumbres (Naoko Mori).
La película narra con una naturalidad pasmosa, las diferentes adversidades por las que ha de pasar un escalador hasta alcanzar la cumbre: un mese de subidas de prueba y bajadas al campamento base, las consecuencias del frío y de la falta de oxígeno que se experimenta según se va ascendiendo. De hecho, es muy significativo las declaraciones del protagonista, Rob Hall cuando indica que durante los últimos metros del ascenso, mueres, tu cuerpo empieza a morirse y por ello no es conveniente quedarse mucho tiempo en esa zona.La ambición por llegar todos el día 10 de mayo, antes de la llegada de una tormenta, hará que el grupo de Hall se enfrente con otros escaladores como Scott Fisher (interpretado por Jake Gyllenhaal, fue el primer estadounidense en alcanzar la cima del Lhotse), aunque a la hora de la verdad, la competitividad quede relegada en pos de un compañerismo para sobrevivir.
Salí realmente encantada del visionado de esta película, ya que como ya he dicho al
principio no suelen gustarme las películas de acción y esta no lo es. Viví la película como si estuviera ante un documental, pero con una calidad técnica superior a la habitual, ya que se narra a la perfección los devenires de una aventura tan peligrosa. Además, entré en el cine sabiendo que era una historia real, pero sin haber leído nada sobre dicha historia, por tanto, los hechos me sorprendían según la película avanzaba.Durante estos dos meses que le sucedieron a la película he leído cosas como "desaprovechamiento de actores" y no creo que sea tal, ya que al ser una película con tanto personaje, era inevitable que algunos salieran menos que otro. Aunque de nuevo creo que el fallo está en el tráiler (y de una imagen que circuló como la pólvora por las redes que nunca se vio).
El film esta basado en el libro de uno de los escaladores, Jon Krakauer, Mal de altura.
Lo mejor: el realismo de los aludes, sin ruido y sin toneladas de nieve. Los pequeños detalles en el vestuario de los personajes que contrastamos con las fotos reales que nos muestran al final; un bonito homenaje.
La escena: muy impresionada por la parte de la cima del Everest, tanto del equipo que llega allí como a los que se quedan en el campamento base, muy bien representado (Emily Watson es una jefa y so no hay nadie que lo discuta; sin ella, estas escenas serían muy diferentes).
¿Por qué la recomiendo?: porque lo que interesa no es la acción, no es mostrar el ascenso al Everest como una aventura llena de adrenalina, sino relatar los diversos motivos que lleva al ser humano hasta allí, hasta el pico más alto del mundo, el lugar en el que más cerca está el hombre del cielo.
Aquí os dejo el tráiler para que veáis que nada tiene que ver con lo que acabáis de leer.