Revista En Femenino

Porque son perros csm

Publicado el 20 julio 2012 por Daniela @lasdiosas
Hace 50 años, Mario Vargas Llosa ganó el premio Biblioteca Breve de la prestigiosa editorial Seix Barral con la obra “La ciudad y los perros”, la cual está ambientada en el colegio Militar Leoncio Prado y cuenta las vivencias de un grupo de estudiantes que se ven sometidos a la dureza de la formación militar, que tiene como elementos claves la humillación, el insulto y la subordinación. De hecho, el término perro alude a los cadetes que ingresan a cursar el tercer año de secundaria, y que son llamados así por los alumnos de los grados superiores como una forma de denigrarlos.
Pese al tiempo transcurrido, el sentido que tiene en la novela la palabra perro parece haber quedado inmortalizado en las mentalidades policiales y militares. Perro es lo despreciable, lo que puede patearse, golpearse, matarse, colgarse, aludiendo por tanto a lo inferior, a lo abyecto y esto parece ser la visión que la policía en Cajamarca, o por lo menos algunos de sus miembros, tienen de la población cajamarquina y que fue explícitamente expresada cuando, luego de la detención del líder ambientalista Marco Arana y frente a la fuerte represión policial, una mujer le pregunta a un policía, “¿Por qué son así, por qué hablan así, por qué nos tratan así?”, casi con cansancio, tono que se contrapone a la rabia apenas contenida en el tono de la respuesta que se le da. “Porque son perros pues concha de tu madre,” grita el policía y sigue su camino blandiendo su vara. (1)
Señala Garcilaso de la Vega en “Los Comentarios Reales de los Incas” que en la colonia, “Al hijo de negro y de india, o de indio y de negra, dicen mulato y mulata. A los hijos de éstos llaman cholo; es vocablo de la isla de Barlovento; quiere decir perro, no de los castizos (raza pura), sino de los muy bellacos gozcones; y los españoles usan de él por infamia y vituperio.” (2)
Perros también eran para los senderistas los que no comulgaban con sus ideas o a quienes consideraban traidores, como se puede apreciar en la famosa fotografía con la que iniciaron por los 80 su presencia en Lima, cuando aparecieron perros colgando en las calles con un cartel en el que se podía leer Teng Hsiao Ping hijo de perra o Muera el perro revisionista de Teng Hsiao Ping, aludiendo a lo que sucedía en China en ese entonces y a la percepción que un sector de la población china puede tener de los perros, pues en la antigua China se creía que los demonios tomaban la forma de perros, por lo que se los despreciaba.
Ese desprecio lo vuelve a manifestar el terrorista llamado Gabriel al hablar de los soldados asesinados en el VRAE hace unos meses. “Los hemos emboscado, esos perros no querían rendirse. Los aniquilamos. Sus ropas las tenemos como un trofeo de guerra. Hemos confiscado tres fusiles AKM a esos chilenizados vendepatria,” dice, sin mostrar un ápice de compasión por los hombres asesinados. (3) El hecho de considerarlos perros les quita toda su humanidad.
En algunos de los ejércitos de nuestros países, para demostrar la fuerza, fiereza, valentía y hombría que se requieren supuestamente para cumplir las misiones, también se matan perros y quizá de este tipo de entrenamientos viene lo que es ser perro para algunos elementos de las fuerzas del orden.
Dicen que las fuerzas especiales Kaibil, entrenadas en la escuela de Adiestramiento y Operaciones Especiales en Guatemala, ideada por los Boinas Verdes y donde, cabe señalar también, son formados comandos de elite de diferentes países, tienen como parte de su entrenamiento matar a un perro que les es entregado al inicio para que lo cuiden y lo maten cuando el hambre los agobie. Matar perros sigue siendo, pese a las protestas, una práctica en diferentes entrenamientos de tinte militar, como lo podemos apreciar en las denuncias que se hicieron en Bolivia cuando apareció un video en el cual un subteniente le clava varias veces un cuchillo a un perro amarrado a una mesa. El perro aúlla de dolor, el militar le corta la cabeza y le saca finalmente el corazón, indicándoles a los reclutas que “Esto es lo que ustedes tienen que sacar. Para eso están aquí”. (4) En Colombia, Chile y Ecuador, podemos encontrar denuncias similares y, como para no quedarnos atrás, hace poco tiempo en Pucallpa, se denunció que los serenos tenían como parte de su entrenamiento matar y comerse los perros. (5)
De afuera nos debe venir este trato inhumano hacia los fieles animales, ya que en las culturas prehispánicas, el perro era el compañero de ruta de quienes estaban haciendo el paso al mundo de los muertos, acompañando a sus espíritus, adelantando con su aullar la noticia de la muerte. Dicen también que el restregarse en los ojos las legañas del perro permite ver más allá de lo evidente.
Y si los perros son tan despreciables, sus madres lo deben ser doblemente. Ser perra, que de por si ya tiene una connotación negativa, madre de los perros, debe ser algo execrable para quienes tienen en su formación un modelo de género que asocia la masculinidad a la agresividad, la fuerza, el poder y el control, características que, como lo señala Elizabeth Jelín, son “exacerbadas en la identidad militar”, (6) y policial agregaría yo, y según el cual femineidad equivale a sumisión y obediencia. Las mujeres movilizadas serán para ellos la representación del caos, la subversión del orden establecido, del orden de género. La violencia entonces tiene una función disciplinadora.
Por eso es que las mujeres campesinas son salvajemente agredidas por la policía en las manifestaciones y luego lo son también las otras mujeres, ya que cualquiera que, haciendo valer sus derechos ciudadanos les responda en un tono que les disguste se merece una golpiza. Así lo testimonia una pobladora golpeada por una mujer policía, quien recibió la orden de un compañero, dando ejemplo de la obediencia que se espera de las mujeres. “El policía que estaba por allá le dice: “sabes que: pégale, pégale”… y me han dado 5 palazos en las piernas, en las nalgas, me han golpeado por la espalda. Yo simplemente estaba pasando,” dice con indignación. (7)
El policía, al darle la orden de golpear a otra mujer les recuerda a ambas cuál es su lugar, y envía a su vez el mensaje de que no habrá contemplaciones frente a quienes tengan la intención de seguir cuestionando el sagrado orden basado en la sumisión y la subordinación, la sumisión que él mismo mostrará frente al que considera superior, como lo señaló Jorge Bruce: “Porque a eso alude el “agente del orden” cuando responde de esa manera: perros son los habitantes de categorías inferiores. Lo más triste es que ese mismo policía debe sentir que, ante los poderosos del país, él es un perro más. De modo que el odio con que trata y habla es un reflejo de ese desprecio del cual se siente víctima.”(8)
La actuación policial desde hace tiempo está reflejando que no se está trabajando profundamente con los cuerpos policiales para erradicar el sexismo y el racismo (9) que sigue impregnando las instituciones y que tuvo hace un tiempo su más evidente expresión en el “mata, mata a esa chola” de un policía en Puno. Mientras no haya interés en hacerlo, seguiremos siendo testigos del accionar violento de la policía frente a mujeres que, ejerciendo su ciudadanía, se movilizan o frente a cualquiera de nosotras que a sus ojos subvierta el orden que le han mandado a mantener.
Cinco peruanos murieron en Cajamarca, en las movilizaciones contra el proyecto Conga, uno con tan sólo 16 años, todos por disparos de bala probablemente realizados por la policía, dejando tras de si a mujeres que, como en los tiempos de guerra, deberán cargar sobre sus espaldas el dolor de la ausencia y el dolor de saber que estas muertes probablemente quedarán impunes, pues según el decreto legislativo 982, el personal de la Policía Nacional o de las Fuerzas Armadas que en el cumplimiento de su deber y en uso de sus armas en forma reglamentaria lesione o mate a una persona es inimputable. Mientras el director general de policía dice que son las pintas a un monumento lo que han enlutado al país, para las familias y una buena parte de la población peruana, lo que ha enlutado al país son los muertos, que no son perros en el sentido que tiene la policía, son personas, ciudadanos que nos harán falta, como hacen falta todos los hombres y las mujeres que día a día, con fuerza y esperanza construyen el país y defienden el agua, defienden la vida y el futuro de sus hijos, como dicen las mujeres cajamarquinas. (10) Por Rosa Montalvo Reinoso Noticias Ser Perú [email protected] La Ciudad de las Diosas
Notas:
(1) Agresión a Sacerdote Marco Arana 04 Julio 2012. https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=w-amfIQn0OU (2) De la Vega, Garcilaso, Inca, Los Comentarios Reales de los Incas, 1609.. (3) Eric Pereira, “El sanguinario camarada Gabriel”, Diario 16, 19 de abril 19 del 2012 (4) “Entrenan a los soldados haciéndoles torturar salvajemente a perros”, El periodista digital 25 de marzo del 2009. http://blogs.periodistadigital.com/tizas.php/2009/03/25/peta-perro-solda... (5) “El ejército de Bolivia asesina perros”, El Blog verde, 25 de agosto del 2008. http://elblogverde.com/el-ejercito-de-bolivia-asesina-perros/ (6) Jelin, Elizabeth. Los trabajos de la memoria, Colección Memorias de la Represión, Siglo Veintiuno de Argentina Editores. Buenos Aires, 2002, p. 101. (7) Policias golpean brutalmente a mujer que se dirigía a su trabajo, Gato encerrado, 4 de julio del 2012. https://www.youtube.com/watch?v=WRV9nAxD_2w&feature=player_embedded#! (8) Jorge Bruce, “El Perú y los perros”, La República, 8 de julio del 2012. http://www.larepublica.pe/columnistas/el-factor-humano/el-peru-y-los-per... (9) Experiencias como las realizadas por la Oficina Defensorial de Huánuco con los suboficiales de la Policía visionando “Choleando”, un documental sobre racismo y discriminación, y reflexionando sobre lo que plantea son un buen ejemplo a seguir. (10) Mujeres luchadoras cajamarquinas DOCUPERU - Cajamarca 2012https://www.youtube.com/watch?v=5_urYP-iEdc&feature=player_embedded#!

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