Una segunda entrega de dibujos del viaje a Portugal. Es el primer apunte, las columnas de la portada de la Iglesia de San Francisco, en Évora, visitada para acercarnos a la Capella dos Ossos. Dibujo a pluma coloreado con acuarela y pincel de agua chino.
Fuente de la Praça do Rossío, pareja de otra fuente de un dibujo anterior. Mismo material que la precedente, aunque la pluma utilizada, una Osmiroid con tajo Sketch, bastante flexible, llevaba tinta negra de cartucho, no indeleble como en el dibujo previo. Viene bien en este caso para que al dar los baños de acuarela con el pincel de agua, se diluya la tinta perdiendo definición, desenfocando el fondo, para que resalte la fuente. Como la cajita de acuarelas es muy pequeña, en todos los dibujos se utilizan pocos colores. En realidad, salvo para zonas muy concretas, se usan únicamente azul ultramar y siena tostado, con los que se consigue una amplia gama de tonos quebrados, grises más azulados o rojizos según la proporción de la mezcla. Van Gogh de tubo, con los que voy rellenando los medios godets. Luego sap green con ultramar para los árboles y un rojo inglés con algo de ultramar para los tejados. En algunas sombras, violeta en lugar de ultramar, con o sin siena. El uso de un mismo color, presente en casi todas las mezclas, da unidad y armonía al resultado final, evitando estridencias cromáticas.
Dibujo del acceso por el claustro que lleva a la Capela dos Ossos, anexa a la iglesia de san Francisco, en Évora. Estilográfica con tinta indeleble Carbon Ink de Platinum. Acuarela, casi únicamente ultramar y siena tostado. Los adornos del arco, con bolígrafo rojo.
Esta capilla, como su nombre indica, está decorada con los huesos de 5000 esqueletos, cuyas calaveras, tibias, peronés y costillas cubren las paredes de forma tan tétrica como ordenada. En realidad, fue el motivo para detenernos en Évora, especialmente para hacerme una foto en la puerta de acceso a tan alegre capilla, bajo el cartel que avisa: "Nos los ossos que aquí estamos, pelos vossos esperamos". En Évora, hay muchas más cosas que merece la pena ver. El último dibujo, con pluma flexible Osmiroid cargada con tinta indeleble. Sobre ese boceto se aplican baños de tinta china en barra disuelta. Siempre hago fotos para terminar los apuntes o para hacer nuevos. Es una plaza que hay tras la iglesia do Carmo, lo que quedó de ella tras el terremoto de 1755. Música en la plaza, en una terraza bajo árboles y sombrillas. ¿Qué mas se puede pedir? Estos son los materiales empleados en la mayoría de estos dibujos y bocetos de Lisboa: Brushpen Pentel, plumas estilográficas Osmiroid con tajos Copperplate y sketch, los tres con tinta Platinum Carbon Ink, indeleble. Dos pinceles de agua chinos, con fibra natural, lápiz Stabilo, cajita de acuarelas que compré vacía en Valladolid, hace unos veinticinco años y bloc de papel liso de 120 gramos. Falta en la foto otro bloc de Fabriano de acuarela 300 gr. del mismo tamaño. Menos los cuadernos, que caben en el bolso, todo lo demás y algunas otras cosas, van en ese estuche de piel con cremallera que, en origen contenía unas zapatillas de viaje (travelling slippers), uso grabado en la piel. La compré en ebay como parte de un lote de artículos de escritura antiguos. Ese tipo de cosas me recuerda al Orient Express. Dentro, con esmerada letra, se lee que perteneció a un tal J.M. Dumpbell. Donde ahora se encuentre, que sepa que fue a parar a buenas manos.