Revista Viajes

Postales neoyorquinas: el Chelsea Hotel....

Por Gerlong @german_long
Postales neoyorquinas: el Chelsea Hotel....En el número 222 de la calle 23 oeste (222 W 23rd St., en “neoyorquino”), de New York City, hay un edificio de ladrillo visto de 10 plantas, que fue, desde su construcción en 1.883 hasta el año 1.902, el edificio más alto de la ciudad. Pero eso no es lo importante. Podría pasar desapercibido entre los cientos de miles de edificios de la ciudad, si no fuera por un inmenso cartel que cuelga de su fachada: “Hotel Chelsea”. Y seguramente en este punto más de uno se preguntará: ¿y….?. Efectivamente, hay censados más de 2.000 hoteles en la ciudad de Nueva York, y este no debería llamar particularmente la atención. No está en la 5º Avenida, ni en Times Square, ni frente a Central Park…. no es un hotel 5 estrellas ni muchísimo menos (su aspecto es más bien decadente)… y si bien su figura pudo haber sido considerada imponente en su tiempo, no lo es hoy en día, donde ha quedado minimizado frente a otros “monstruos” arquitectónicos……
Y sin embargo, quien se pregunte “¿y?” y se plantee todas estas consideraciones antes expuestas, probablemente no esté enterado que por este edificio hoy cuasi ruinoso, desfilaron (y habitaron), en un momento u otro, prácticamente TODOS los artistas relevantes del panorama cultural del siglo XX, y con TODOS hablamos de gente del pelaje de Mark Twain, William S. Burroughs, Arthur Miller, Gore Vidal, Tennessee Williams, Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, o Thomas Wolfe, y también, y más acá en el tiempo, Dennis Hopper, Uma Thurman, Jane Fonda, Francesco Clemente, Frida Kahlo, Henri Cartier-Bresson, Tom Waits, Patti Smith, Iggy Pop, John Cale, Édith Piaf, Joni Mitchell, Bob Dylan (escribió en este hotel 'Sad eyed lady of the lowlands' dedicada a Sara), Alice Cooper o Jimi Hendrix. Por no mencionar que en una de sus habitaciones Sir Arthur C. Clarke escribió ’2001: Una odisea en el espacio’, novela luego adaptada al cine por Stanley Kubrick (quien, por cierto, también se hospedó en el hotel durante un tiempo).
Postales neoyorquinas: el Chelsea Hotel....O Leonard Cohen, que le cantaba: "I remember you at the Chelsea Hotel......" a Janis Joplin, mientras ambos se alojaban (y se amaban) en algunas de sus habitaciones (dixit de Janis a Cohen: “me gustan los guapos, pero por ti haré una excepción…”)…. o Dylan Thomas, que no tuvo mejor idea que morirse siendo huésped del hotel, después de un coma etílico y de pronunciar su célebre (y última) frase: “he bebido 18 vasos de Whisky, creo que es todo un record”. Por no hablar del limado de Sid Vicious, que asesinó a su novia Nancy Spungen mientras ambos se hospedaban en el hotel….
Y es por todo esto, y quizás algo más, que el Chelsea Hotel estaba marcado como un hito indispensable en mi planning por la ciudad que nunca duerme. Podría dejar de ir a la Estatua de la Libertad o al Empire State, pero jamás dejar de pasar por el 222 de la calle 23 Oeste.
Y hacia allí fui, sabiendo que el hotel como tal ya estaba cerrado desde agosto, con la idea de entrar y recorrerlo, sólo por curiosear y hacer algunas fotos. Cabe aclarar que el edificio no está cerrado. Lo que no funciona es el hotel, pero el edificio tiene inquilinos permanentes que pactaron no ser desalojados cuando el hotel colgó el cartelito de “cerrado por reformas”.
Postales neoyorquinas: el Chelsea Hotel....Hay inquilinos que llevan 30 años viviendo en el lugar, y allí siguen, pero la entrada está casi blindada. Digamos que hay guardia permanente (en el momento que yo fui, un ropero negro made in Brooklyn), y para entrar a “visitar” a un inquilino (supongamos que conocemos a alguien que vive ahí y nos queremos pasar un día a saludarlo y tomar unas cervezas…) hay que anunciarse, y esperar que el tipo nos dé el OK, para que el ropero nos permita el paso.
Postales neoyorquinas: el Chelsea Hotel....Evidentemente no era mi caso, así que me quedé en las puertas, hablando con el negro (de hecho, él fue quien me sacó la foto que ilustra el post) y con el encargado del lugar (un yugoslavo pro-Milosevic que intimidaba bastante)… Intentando convencerlos de que me dejen al menos entrar al lobby, me enteré que el lugar seguirá cerrado al menos 1 año más, que se mantendrá su estructura interna original, pero que definitivamente cambiará el “enfoque”, ya que apuntarán al turista puro y duro (como yo, por ejemplo, por lo que no descarto reservar habitación por allí algún día….). Luego hablamos de Argentina, de España, de Messi y de Madonna (?)…. es que el negro no paraba de cantar “Don’t cry for me Argentina”….. Pero eso sí, me quedé afuera...
Volví a pasar otras 2 veces por el Hotel en mi camino hacia otros lugares, y siempre se me iba la vista, hacia arriba primero (por otro lado, algo bastante normal en NY) y luego, al pasar por la puerta, hacia adentro, al lobby hoy abandonado, donde todavía está sentada, en lo alto de un columpio, la muñeca que allí puso Andy Warhol cuando filmó su “Chelsea Girls” en el hotel...

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