¿Puede darse actualmente un sistema económico alternativo al Capitalismo? ¿Se puede hablar con propiedad de un futuro Postcapitalismo? Con la crisis financiera y social han surgido una serie de críticas, muchas veces radicalizadas, contra el sistema económico actual. Se intentan trazar nuevas líneas de acción política alternativa que empiezan a tener una representación institucional cada vez más importante. La propuesta de un sistema de organización social y económico diferente está ya presente en todos los debates públicos.
Como expone la ensayista Sylvia Nasar, es difícil imaginar un escenario en el que la gente vuelva al socialismo. Incluso si la gente dejara de preocuparse por sus posesiones, cosa muy improbable, se preocuparía por sus experiencias o por la capacidad de vivirlas. El ser humano tiene una ambición ilimitada.
Es cierto también por otro lado, que el Capitalismo contemporáneo muestra una incapacidad cada vez mayor para integrar en su propia lógica la satisfacción de las necesidades humanas. Al contrario, reacciona con la mercantilización del mundo, que conduce a la exclusión de algunas necesidades esenciales: más vale no producir o invertir si esto lleva a una menor rentabilidad. Lo cual desgraciadamente provoca espirales de deflación y estancamiento o involución económica.
Hay que añadir también que como expone el pensador Robert Kurz, desde los años setenta del siglo XX, el Capitalismo ha cruzado un umbral de evolución técnica que lo vuelve demasiado desarrollado para sus propias formas sociales. Además la tendencia de largo plazo del Capitalismo es a automatizar la producción, aumentando constantemente la productividad del trabajo humano y disminuyendo así las bases para la propia reproducción exitosa del sistema ya que se expulsa al desempleo a cada vez más variados perfiles de trabajadores. Esto disminuye la demanda solvente de personas que pueden comprar los productos producidos y aumenta la desigualdad económica y social. Entramos seguramente en una nueva fase de Capitalismo sin trabajo.
¿Cuales son las posibles alternativas al Capitalismo que han ido apareciendo históricamente?. La dicotomía de las propuestas bascula entre la radicalidad (revolucionaria) y el posibilismo (pragmático). Así, unos de los mejores analistas del Capitalismo contemporáneo, el filósofo Slavoj Zizek, expone desde posiciones radicales que es necesario abrir espacios fuera de la lógica del capital, no aceptar que el Capitalismo sea el único destino. Con gestos subversivos y de ruptura ir abriendo nuevas posibilidades arriesgándose a lo imposible. Para Zizek, hay que volver a la economía política (no sólo la economía y la política por separado) y recuperar la lucha de clases como la principal vía emancipatoria.
Las opciones críticas al Capitalismo para Zizek desde diferentes perspectivas serían:
- Izquierda liberal o tercera vía (Blair/Giddens): es una alternativa de gestión del tardocapitalismo globalizador. Plantea un Capitalismo con rostro humano y defiende mejoras dentro del propio sistema. La paradoja que podría darse es que al someterse a las reglas de Capitalismo universalista, sin defender los intereses de ningún grupo en particular, puede convertirles en el mejor gestor del sistema.
- Marxismo-leninismo dogmático Troskista: considera aún el viejo discurso de que el proletariado aún tiene la homogeneidad que ha perdido. Se convierte en una especie de fetichismo de la clase obrera y su potencial revolucionario.
- Superación del Capitalismo (Toni Negri / Hardt): en su libro Imperio exponen que la fase actual del Capitalismo tiene un carácter corporativo y esta dominado por el trabajo inmaterial. Habría que superar y socializar el Capitalismo corporativo transformándolo en propiedad pública lo que es propiedad privada y lo segundo, sería consolidar este trabajo inmaterial que implica en sí mismo un dominio espontáneo de los productores porque regula las relaciones sociales. Reivindica al Estado la renta básica, ciudadanía global, derecho a la reapropiación intelectual, en una modalidad de discurso histérico dado que se hacen demandas imposibles de cumplir. No plantea para Zizek una alternativa global.
- Democracia radical y política pura (Badiou/Laclau): realiza una demanda incondicional de igualdad pero que no cuestiona su esfera básica que es la economía capitalista. Para Zizek no podemos considerar que la forma política, producto de un sistema socioeconómico, vaya a acabar con este.
- Intercambio simbólico (Baudrillard): como superación y alternativa al intercambio mercantil. En la postmodernidad, el sujeto pierde su predominancia y el objeto se muestra activo seduciendo fatalmente al presunto sujeto en una fetichización de la realidad. Es necesario desear nuevas relaciones que incluyan lo gratuito y así escapar al intercambio del mercado y a esa fetichización de la realidad. Se ha de denunciar, introduciendo el desinterés y la gratuidad en las relaciones, el dominio simbólico de la mercancía lo cual quebraría el orden hegemónico y nos devolvería a ser sujetos autónomos. La cultura y las enseñanzas humanísticas deberían enseñarnos a saber desear bien.
El Capitalismo en definitiva no es solamente un modelo económico, sino un conjunto de relaciones sociales. Debemos recombinar de nuevo la economía y la política en lo que anteriormente se denominaba economía política: lo importante es defender una globalización de derechos y de oportunidades en la que cada uno pueda desarrollar su propia singularidad, combinando posiciones posibilistas y maximalistas. El Capitalismo (o Postcapitalismo...) en el fondo somos todos.