Hace tiempo que tenía esta receta guardada. Este postre de textura ligera de gelatina mezclada con el sabor de las fresas frescas hace que sea un postre de primera nada pesado y apto para todos los públicos. Su bajo contenido en azúcar hace que además sea bajo en calorías. La receta es de, como no, Vanesa Sierra. Tengo varias recetas de ella y de verdad que es una gozada ver sus dulces en su página. Aquí os la dejo, antes de que se acaben las fresas.
INGREDIENTES
-un sobre de gelatina de 4 raciones (85g) lo puse de limón
-250ml. de agua
-200g. de fresas
-un yogur desnatado endulzado con una cucharadita de azúcar
-fresas frescas para decorar
PREPARACIÓN
Lo primero hay que preparar la gelatina pero con la mitad del agua. Para ello ponemos a calentar 125 ml. de agua y cuando hierva apagamos el fuego y echamos el sobre de gelatina removiendo muy bien para su disolución. Ahora añadimos 125 ml. de agua fría y seguimos removiendo. Dejamos la gelatina en un cuenco grande hasta que cuaje un poco pero no del todo, pues luego la tendremos que batir y si está demasiado líquida no se podrá batir y si está demasiado espesa quedará grumosa.
En cuanto haya templado un poco la metemos a la nevera y estaremos pendientes. La dejamos unos quince minutos. Mientras lavamos las fresas, las troceamos y las batimos en el vaso de la batidora junto con el yogur desnatado.
Reservamos. Ahora que han pasado quince minutos y ha cuajado un poco la gelatina la sacamos y con la varilla eléctrica la batimos rápido para que entre bien de aire y queden burbujas.
Cuando tenga un aspecto cremoso añadimos la fresa batida y seguimos batiendo un minuto para que se integre todo muy bien.
Con un cazo sopero llenamos unos recipientes de postre o copas. Metemos en la nevera de nuevo y en el último momento servimos adornadas con fresas por encima.