Revista Bares y Restaurantes

Postres: Brazo gitano relleno de crema de mango (y cosas)

Por Elmapachefeliz @MapacheFeliz

Postres: Brazo gitano relleno de crema de mango (y cosas)

Postres: Brazo gitano relleno de crema de mango (y cosas)
Mientras buscábamos nueva madriguera, siempre estuvimos mirando a fondo las cocinas: queríamos una grande, nueva, con vitro y horno. Horno sobre todo, porque el que teníamos en la madriguera vieja no funcionaba demasiado bien y era un dolor intentar cocinar cualquier cosa.
El caso es que encontramos nueva madriguera con una cocina que se adecuaba bastante a nuestras necesidades e inquietudes y para estrenar el horno decidimos hacer uno de nuestros archinémesis: un bizcocho plancha.
"Vaya tontería", pensará alguno. Vale, intentad hacer un bizcocho plancha con un grill y luego ya si eso me lo contais.
Como íbamos a ir a un cumpleaños, decidimos que ese bizcocho podía transformarse en un brazo gitano. Y qué mejor que rellenarlo con mango... y otras cosas. ¿Vamos a por la receta?

El material usado:


- Horno
- Papel de horno
- Varillas
- Unos cuantos cuencos y cucharas
- Un colador
- Una cazuela
- Báscula
- Batidora y su vaso
- Lengua, paleta o similar

Los ingredientes:


Para el bizcocho:
- 4 huevos
- 100gr de harina
- 100gr de azúcar
- Un poquito de sal
Para el relleno:
- Dos mangos
- Leche condensada (unas cuatro cucharadas soperas)
- Nuez moscada (una puntita)
- Canela (una puntita)
- Ras el hanout o curry en su defecto (una puntita)
- Jengibre (una rodaja pequeña, sin excesos)
- Queso de untar (mejor si es mascarpone) al gusto y criterio de cada cual (unos 75-100gr en mi caso)
- Leche (un chorrito)
- Un sobre de gelatina (o el equivalente para medio litro)

El proceso:


Lo primero que vamos a hacer es el relleno. Pelaremos y cortaremos los mangos, pasándolos por la batidora junto con la leche.
Junto con el jengibre, el queso, la leche condensada y las especias, pondremos el zumo de mango en una cazuela y lo pondremos a calentar sin que llegue a hervir del todo... la idea es que el queso se deshaga, pero no hervir salvajemente el conjunto.
Como lo queremos bien sedoso todo, lo colaremos y tiraremos lo que quede. Supuestamente no debería haber mucho más allá del jengibre y quizás algún cachito grande de las especias...
En un vaso a parte, mezclamos un poquitito de zumo o agua con la gelatina. Volcamos lo del cazo, removemos, integramos y reservamos. Cuando esté templado, lo meteremos en el frigorífico.
Si hemos hecho todo bien, deberíamos de tener aproximadamente unos 700ml largos de producto. La idea es que la gelatina nos deje una especie de crema pastosa, sin que llegue a cuajar y sin dejar que sea líquido, por eso echamos menos gelatina de lo que correspondería.
Para el bizcocho nos tendremos que armar de muñeca o máquina que haga el trabajo por nosotros. Separaremos las claras y las yemas en dos recipientes diferentes. Las yemas las mezclaremos con el azúcar y batiremos hasta que blanqueen. Las claras y un pizquito de sal correrán una mejor suerte: las batiremos hasta montarlas.
Cuando tengamos ya todo, iremos integrando la yema y la clara. Suavemente, sin que se baje demasiado el batido de yema. De manera envolvente, del exterior al interior, ayudándonos con una lengua, paleta o similar.
La harina la tamizaremos para que no haya grumos. ¿Cómo? Con un tamiz (premio al capitán obvio) o con un colador. Lo echaremos sobre la mezcla anterior y procederemos de manera envolvente de nuevo. Cuando todo esté bien mezclado e integrado... nos vamos al horno.
180º arriba y abajo tendrán la responsabilidad de que todo salga bien. Pondremos papel de hornear en una placa y verteremos la pasta del bizcocho. Es importante que quede bien repartido y que se expanda bien para que quede finito. Daos cuenta de que no hemos echado levadura y que no va a levantar demasiado... queremos algo finito y liso para luego enrollar.
Cuando lo tengamos, lo metemos al horno y no nos vamos demasiado lejos. Es una plancha fina que requiere muy poco tiempo, así que en unos 7 minutos debería estar empezando a coger color. Lo sacamos rápidamente sin preocuparnos porque se baje por el cambio de temperatura brusco y lo aireamos para abatir la temperatura lo más rápido posible y evitar que se siga haciendo y llegue a secarse.
Sacamos nuestra crema del frigorífico, la extendemos por todo el bizcocho y poco a poco lo vamos enrollando como buenamente podamos :)

Consejos y apuntes finales del chef:


Con esta receta das postre a 10 personas sin exceso. Fácil, barato (salvo por el mango, pero puedes sustituirlo por una fruta más barata) y muy muy muy rico :)
Si el mango es ácido, podemos echar un poco de azúcar extra una vez extendida la crema.
La nuez moscada, canela y curry son elementos de los que no hay que abusar o matarán todo el sabor del mango.
Se puede acompañar de un poco de nata montada o chocolate caliente.

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