Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, la práctica del sexo durante el embarazo está totalmente autorizada e incluso recomendado, salvo en casos como placenta previa o riesgo de aborto (entro otros).
Hemos hablado del deseo sexual durante el embarazo o de los periodos más satisfactorios para mantener relaciones sexuales y ahora trataremos cuáles son las posturas más recomendadas.
La clásica postura del misionero, en sus dos variantes está totalmente permitida. Si el hombre está encima debe de tener especial cuidado en no cargar todo su peso sobre el abdomen de la embarazada. Si es la mujer la que está arriba será más cómodo para ella, controlará su peso, el grado de penetración y la intensidad del acto.
Colocándose de lado, la llamada cucharita, se consigue una postura muy confortable, ya que se logra una buenísima distribución del peso y una penetración no muy profunda.
En la posición del perrito el hombre controlará el ritmo y el grado de penetración por lo que tendrá que tener especial atención por si a la mujer le causase alguna molestia. Aunque no parece ser la más adecuada, es muy útil cuando la mujer se encuentra más vulnerable en lo que a su imagen se refiere, ya que no se establece contacto visual directo con el vientre.
Al igual sucede si adoptamos una postura en la que la mujer se siente encima del hombre dándole la espalda. Tampoco se establecerá contacto visual y esta vez será la mujer quien controle la intensidad del acto.
Hay que señalar que cuando se sale de cuentas el sexo es una de las actividades recomendadas para empezar el parto. Al llegar al orgasmo se contraen los músculos pélvicos y esto puede provocar las contracciones.
Anímate a practicar el sexo durante estos nueve meses, ya que puede aportarte numerosos beneficios tanto a tí como a tu bebé.
Más información: consultasexual.com
Foto: sabertasche2