Tantos días de lluvia acontecidos por aquí, lo que más me apetece son platos consistentes para calentar el cuerpo. Esta vez propongo una receta rica; mi favorita desde niño y que siempre mi madre decía antes de irme al colegio que la iba a preparar, quizás evitando que me entretuviese con los compañeros de clase haciendo travesuras y así contar con la familia sentados a la mesa para el almuerzo. Ups, cosas de madres!!
Y ahora quería preguntaros, qué os gusta mas: Cuchara o tenedor??
Ingredientes:
200 grs. de garbanzos en remojo desde la víspera
Un manojo de acelgas
2 rebanadas de pan, cortadas en dados
2 dientes de ajo enteros, sin la piel
1 hoja de laurel
1 cuch. de comino molido
1/2 cuch. de pimentón dulce
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Elaboración:
Como sabréis, los garbanzos son la única legumbre que se cuece en agua hirviendo, al contrario de las demás que se ponen al principio en agua fría con los ingredientes previos y suavemente se lleva a ebullición. Así que ponemos una olla hasta la mitad de agua con un pellizco de sal y la hojita de laurel a fuego medio. En cuanto rompa a hervir, añadiremos los garbanzos escurridos del remojo, semitapamos la olla y dejamos cocinar 1 hora y media aprox. o hasta ver que los garbanzos estén tiernos; espumando de vez en cuando si hiciera falta.
Mientras tanto, separamos los tallos de las hojas de acelgas, lavando bien bajo el grifo de agua fría para retirar posibles partículas de tierra e impurezas. Cortamos los tallos en 2 cm de tamaño y las hojas se enrollan (como si fuese un puro), cortándolas en tiras del mismo grosor que los tallos.
Pasado 1 hora de cocción, incorporamos los tallos de acelga para se cocinen por igual, removiendo el conjunto.
Ahora en una sartén grande con un buen chorro de aceite de oliva, saltear los ajos con los dados de pan, un pellizco de sal, otro de pimienta y el comino molido hasta ver que el pan quede ligeramente crujiente. Apartamos del fuego espolvoreando por encima el pimentón y seguidamente echar en el mortero. Majamos bien y lo incorporamos a la olla de los garbanzos; esto será el momento clave para que nuestro potaje tome el sabor estupendo y delicioso. Seguimos con la cocción.
Justo 15 min. de terminar el tiempo, añadimos las hojas de acelgas, remover de nuevo y dejarlo cocinar todo hasta ver que los garbanzos están suaves y tiernos.
Servir con una rebanada de pan de pueblo y... a comer que se enfría!!