Revista Deportes

Potasio delator

Publicado el 25 septiembre 2014 por D10
Ayer leí acerca de un ladrón que robó una tienda empuñando una banana a modo de arma y recordé dos veces a Edgar Allan Poe. Primero por Los crímenes de la calle Morgue, que hace como veinte años que no leo, donde el principal sospechoso de los crímenes es un mono (o algo así), y segundo, en forma arbitraria, por El corazón delator, mucho más cercano en mi memoria gracias a Narciso Ibañez Menta y al canal Volver. La relación de todo esto con el fútbol es antojadiza y se debe a que no tengo ganas de abrirme otro blog.
Las últimas noticias (de C5N) cuentan que el ladrón entró a la tienda empuñando la fruta con firmeza y dijo "te voy a dejar pelada" sin que la empleada pudiese entender si se refería a la banana o a la condición en la que quedaría la tienda una vez terminado el asalto.Tras la huida, habiendo sido cercado por la policía decidió comerse la banana sin contar con la presencia del tan genial como vituperado Mauro Viale que salió de testigo.
El fiscal mandó a realizar estudios para verificar que la evidencia estuviese todavía en el estómago del sospechoso y con sorpresa vieron que también había una pistola nueve milímetros y un gancho de carnicería que el malhechor habría utilizado para intentar recuperar el arma. Aparentemente, el modus operandi del sujeto consistía en comerse el instrumento con el que delinquía, razón por la que prefirió esta vez utilizar algún comestible. El Reloj hallado pertenece a un policía que intentó en vano recuperar la evidencia.
Al final, no hay mal que por bien no viniese ya que el estudio médico arrojó que el sujeto padece de Hipopotasemia cuyo tratamiento es la ingesta de bananas.
Por último, los psicólogos concluyeron que la banana es un mensaje del inconsciente del sujeto que sale a robar porque tiene necesidades pero plata-no. Mientras que el hermoso Ivo Kutzarida empleó sus hábiles dotes dramáticos para recitar las instrucciones de una licuadora.
El perturbado lector se preguntará cuál es la relación entre el bananachorro y el fútbol, y estará pensando en el mono Burgos o en Navarro Montoya, a lo sumo en Vampeta, o en los beneficios del potasio, sin embargo, la relación es la banana que arrojara un espectador, seguramente queriendo deshacerse de una prueba incriminatoria, a Dani Alves quien ni lerdo ni perezoso aprovechó a comerse un trozo.

Para terminar, aprovechando que de mí brota la rima en forma irritante, dedico un soneto a la historia del bananachorro.
Debo huir pronto que viene la yuta
en pleno atraco pensó el landronzuelo
alzó veloz y ágil los pies del suelo
y de un bocado se tragó la fruta.

No ha sido decisión muy astuta
el salir a robar sin una máscara
e indigesto por culpa de la cáscara
emprendió una carrera irresoluta.

Lo alcanzó a encontrar el fin de semana
la policía a pesar de ir despacio
fueron Macri y la Metropolitana.

Aunque a declarar el ladrón fue reacio
y a pesar de no hallar la banana
lo delató el aliento a potasio.


*Es lo que hay.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista