El mundo se mueve por modas y le ha llegado el turno a la inteligencia emocional. Aunque por suerte. Algunas de las modas sirven para algo. Y es el claro ejemplo de la inteligencia emocional. Algo que parece que ha aparecido de un día para otro. Y que de repente se le da gran importancia en la educación de los niños. En mi opinión, aun no se le da la suficiente que debería tener. Así es que esperemos que sea una moda que dure mucho, mucho tiempo y que aumente con los años. De momento, lo que vamos a hacer, es analizar algunas de las muchísimas formas que tenemos para mejorar la inteligencia en los niños pero que puede sernos útiles para los adultos también. Ahora vemos muchas empresas, que comienzan a organizar eventos para mejorarla. Ya que son muchos los beneficios que podemos encontrar para personas que dominan la inteligencia emocional. Frente al resto.
¿Inteligencia emocional?
Como en todo lo “nuevo”. Nos encontramos con conceptos que nos cuestan mucho de entender. Y que la gente no suele explicar. Aunque sea algo relativamente nuevo (la IE lleva muchos años, aunque no se le ha dado la importancia hasta hace muy poco) Va a parecer que todo el mundo tiene que entender lo que es y como funciona. Incluso si estás hablando con alguien quien lo ha descubierto un día antes. Te mirará raro si le preguntas ¿Qué es la inteligencia emocional?. ¿Cómo que no lo sabes?. Así es que vamos a empezar con una breve definición del concepto.
La “IE” es una capacidad de los seres humanos. Concretamente, la que nos ayuda a ver, descifrar, entender las emociones de los que nos rodean. Así como de saber expresar las nuestras propias.
Como vemos no es algo que sea nuevo. Es algo que en las guarderías siempre se ha trabajado. Aunque nunca se le puso un nombre. Ni se le dio tal importancia. A pesar que la mayoría de las educadoras infantiles, siempre han considerado clave la forma de relacionarse de todos los niños de la clase. Analizándola y tratando de ayudarle en los problemas que podíamos ver. Es lo que ahora se conoce por Inteligencia Emocional infantil.
No creo que nadie le quite importancia a esta capacidad de las personas. Ya que es básica en el mundo social. El ser humano, es un ser social. Y las relaciones sociales son una de las claves del desarrollo de nuestra especie, el trabajo en equipo. Y sin una Inteligencia Emocional. Esto no habría sido posible.
Aunque siempre lo hayamos visto. Ahora es momento de prestarle mucha más atención de lo que hemos hecho nunca. Si habéis leído más de mi blog. Seguro que te has topado con algún artículo sobre la empatía. Para mi una de las claves más importantes de la educación (por no decir la más importante). Y la empatía, la podríamos definir como una de las partes de la inteligencia emocional.
¿Puedo aumentarla?
Una de las preguntas que más se han realizado sobre la inteligencia emocional. Es si de verdad, hay algún sistema, método, curso, juego, actividad… Que pueda potenciarla. Al fin y al cabo, las emociones y la inteligencia, tienen mucho que ver con la mente. Y todos sabemos que la mente es la parte más desconocida del cuerpo humano. Y sobre la que menos se puede influir.
Pero, estamos de suerte, el ser humano tiene más capacidades de las que nos imaginamos. Y nuestro cerebro está totalmente desaprovechado. Que se puede mejorar la inteligencia emocional. Es seguro. La cuestión es ¿Conocemos formas de mejorarla?¿son efectivas de verdad? Por suerte, tenemos muchas formas de potenciarla. El verdadero problema, es que la sociedad y el mundo como está organizado se encarga de eliminarla.
Un ejemplo que podemos ver es la educación actual. Hace un par de meses escribía sobre la forma que tiene el colegio de conseguir matar la creatividad de los niños. Y algo muy parecido nos pasa con la inteligencia emocional. Debemos ir un poco contracorriente si queremos que nuestro niño, sea una persona mentalmente sana.
¿Qué tengo que hacer?
Como decíamos, la inteligencia emocional, se basa en el control de las emociones tanto de uno mismo como de los demás. Con lo que ocupa un amplio abanico de posibilidades para ser trabajada. Hoy vamos a ver algunos casos de una forma muy general, sin centrarnos en edades concretas, ni casos particulares. Solamente para hacernos una pequeña idea. Y en el siguiente artículo sobre la “IE” vamos a profundizar más en el tema. Dando unas pautas mucho más claras y detalladas. De momento vamos a ver algunas:
- Tiempo para uno mismo: Nos hemos referido a la inteligencia emocional. Dentro de nosotros y fuera de nosotros. (Hacía nosotros o hacía los demás). Es importante que primero dominemos nuestros propios sentimientos y emociones. Para luego podamos entender los de los demás. (Si no nos entendemos nosotros quien nos va a entender) Para ello tenemos un gran número de ejercicios que podemos hacer. Los orientales siempre han sido pioneros en ello, el culto al alma. Tenemos como ejemplo, la meditación, el yoga, Tai Chi… Aunque en verdad, cualquier actividad que nos permita estar tranquilos hablando con nosotros mismos, nos va a ser de mucha utilidad. Tienes que conocerte a ti mismo. Y es algo que si trabajamos desde niños, será más fácil cuando seamos mayores.
- La risa: Es una de las partes esenciales de las emociones. Hace unos años se puso de moda, las terapias de la risa. En las que se iba a reírse uno. Aunque como en todo, parece que la moda paso. Aunque yo creo que era una terapia ideal. Aunque nunca entendí que la gente tuviera que ir a un sitio donde te enseñan a reírte. No hay nada como ir a una obra de teatro de comedia, para pasarte toda la tarde riéndote. Si os fijáis en los niños. Las personas cada año que pasa, se ríen menos que su año anterior. Y lo que es más grave, con menos sinceridad. ¿Cómo es posible?. Búscate lo que te hace reír. Y dedícale un tiempo al día. Te aseguro que tu vida cambiará radicalmente. Con unas risas al día. A parte de ser bueno para ti. Las risas, tienen un efecto muy bueno para la gente que nos rodea. Quien no ha sufrido alguna vez un contagio de risa. Un elemento esencial para la socialización.
- Forzar la socialización: Es cierto que es fácil decirlo. Aunque hay gente y niños a los que les cuesta una barbaridad. Pero, es una actividad ideal. Y con la que más se aprende a entender los sentimientos y emociones de los demás. Hay un ejercicio ideal que es muy fácil de realizar. Solamente tenemos que tratar de ponernos en el lugar de la persona que nos esté contando una historia que le haya pasado. Prueba a intentar entender lo que están sintiendo los demás. Por lo general, lo que hacemos es ver los problemas de una forma más subjetiva. Y si nos ponemos en su lugar. Nos solemos poner en su lugar pero con nuestro propio bagaje. Pensando siempre que lo que ha hecho o no es tan importante o no lo ha hecho bien. Cuando nos ponemos en el lugar de los demás. Consiste en ponernos del todo. En su forma de pensar, en lo que le ha sucedido en otras ocasiones…