Revista Cine
François Ozon, del que ya hablamos en 8 mujeres, recupera a una de las actrices principales de este film, la gran y extraordinaria Catherine Deneuve para protagonizar esta comedia sarcástica sobre la realidad de los setenta.Durante los setenta Robert Pujol es el responsable de una fábrica de paraguas, que dirige con mano de hierro, incluso con crueldad. Debajo dichas tensiones los empleados lo secuestran para pedir sus mejores laborables y dejan sin liderazgo la empresa. Por su parte, Suzanne Pujol disfruta de una vida relajada, corre por el bosque todas las mañanas y se encarga de la casa, a pesar de no estar muy contenta, lo oculta, hasta que su hija la llama "potiche", florero en castellano. Después de esta revelación y las ganas internas de hacer algo en la vida, decide tomar las riendas de la fábrica.Un marido dominante, unos hijos consentidos, una secretaria ligera de faldas, un líder sindical y una mujer florero, son los personajes principales de esta obra, ya que el tipo de argumento es más cercano a una obra teatral de enredo, algo a lo que nos tiene acostumbrado Ozon.Con un comienzo muy débil y cursi que nos puede hacer pensar en un film de princesas Disney, rápidamente deja de lado esta faceta para entrar en una comedia sofisticada e inteligente muy sorprendente que no deja a títere con cabeza, dejando todas las traiciones e infidelidades al descubierto.Un reparto excepcional liderado por Deneuve, demostrando una vez más porque es una de las mejores actrices de todos los tiempos, y por Gérard Depardieu que, al igual que su compañero, es uno de los grandes, y sabe como formar parte de una comedia, como ya hemos ido descubriendo en muchas de las películas de las que hemos hablado.Una comedia perfecta, una adaptación del guión excepcional, dando lugar a una de las películas más esperadas del presente año en nuestro país, a pesar de que se estrenara el pasado otoño en el Festival de Cannes.Una verdadera sátira sobre la revolución de las mujeres que ha existido desde inicios del siglo XX y que tuvo su punto más alto durante los setenta, cuando ellas dejaron de ser tan solo secretarias y ayudantes, para pasar a ser directivas, propietarias y altos cargos de las empresas. Es una también una aplastante crítica contra los filmes de los setenta en que las mujeres no eran más que floreros, algo característica tanto del cine francés como, por ejemplo, del español, con las películas del destape, en las que que las mujeres no eran más que un par de piernas para que De Funès, Landa, Ozores, Pajares o demás pudieran meter mano.A pesar de hacernos reír, que lo consigue de sobras, es una película para reflexionar sobre el papel de la mujer, demostrando que una mujer que nunca se ha enfrentado a un trabajador, puede terminar con una huelga y hacer contento a todo el mundo.Valoración: 4/5