Son declaraciones de Toni Nadal al XL Semanal de ABC de ayer domingo. Aquí hemos dedicado dos posts al coach de Rafa que llevaban por título: Rafa Nadal y lo que el ojo no ve y Toni Nadal: el liderazgo discreto.
Es un reportaje que merece la pena. Toni desvela algunas claves interesantes para entender por qué el manacorí es el número uno del mundo. El uncle Toni, es “el enigmático señor de la visera que siempre acompaña a Nadal”, como le definen en el extranjero. El New York Times ha comparado la importancia de Toni en la vida de su sobrino con la del maquillador de Angelina Jolie en la imagen pública de la actriz.
Algunas de las cosas que dice Toni son:
– A veces he sido demasiado duro con Rafa. Tensas la cuerda y a veces te pasas. Soy bastante duro, la verdad, de palabra al menos. No me gusta el halago.
– Si a un niño, porque triunfe, le das carta blanca a los 17 años, lo normal es que a los 24 sea un imbécil.
– Una vez cuando Rafa tenía 16 ó 17 años ya ganaba bastante dinero. Tenía contrato con Nike y Babolat. De noche se fue con un amigo a cenar y por la mañana me contaron que se habían metido una mariscada y yo se lo reproché: “A tu edad, lo que debes hacer es comerte una hamburguesa”.
– ¡Mal jugador aquel que necesitan que le halaguen todo el tiempo! La recompensa son los trofeos, la vida que llevan… A veces hay que relajar la presión pero si hay que elegir entre ser duro o blando, prefiero pasarme de duro.
– El talento se tiene o no se tiene, pero lo que marca la diferencia es el trabajo duro. En el Barcelona de Rikjaard todos eran buenos jugadores, fueron campeones de Europa, pero se bajó la exigencia y llegó el fracaso. Los deportistas son jóvenes y, si no se les exige, enseguida se distraen.
– En mi época la educación se recibía con el ejemplo. Sabía que tenía que apagar la luz porque mis padres lo hacían. Aprendes más de lo que ves que de lo que te dicen. La disciplina es básica en la educación. Si le dices algo a tu hijo y haces lo contrario, no vamos a ningún sitio.
– Para mí hay un principio fundamental: el control. De la situación, de la pelota, de cada cosa que hago. A Rafael siempre le decía: “El golpe nunca va por delante de la cabeza”.
– Tendemos a sobrevalorarnos y si fallamos le echamos la culpa a otro.
– No me gusta escuchar quejas. Cuando Rafael tiene dolor ni me acerco. Si le duele mucho y pone mala cara, le digo: “Tienes dos caminos, paras y nos vamos a casa o sufres sin rechistar. Tú eliges”.
* Más información: Entrevista completa y los 10 mandamientos de Toni Nadal.