Revista Cultura y Ocio
Cuando empecé a escribir mi primer libro de cuentos, en el invierno del 2009, hacia mediados de noviembre de ese año (aunque desde hace al menos 15 años trato de escribir cuentos por ahí...), primero pensé que debería ser una especia de homenaje solapado a los malogrados Cuentos negros de José A. Silva (perdidos irremediablemente en el naufragio del barco L'Amérique en las costas de Venezuela a principios de 1890, si no me equivoco). Luego pensé que debían leerse en cadena, y los llamé dominó (de eso quedó el título del primer cuentos). Las dos cosas, no obstante, me refiero a lo de Silva y a lo del funcionamiento sincronizado, quedaron someramente en Los Litchis de Madagascar....