Tal vez yo sea un ingenuo, y es el mejor momento para darle un Nobel de la Paz a este organismo y que al resto del mundo no nos quede ninguna duda de lo valedero del trabajo y la opinión de la OPAQ, como han sido otros premios predecesores, sin ir más lejos la Unión Europea en el 2012 por “su contribución durante seis décadas al avance de la paz y la reconciliación, la democracia, y los derechos humanos en Europa”.
¿En serio la Unión Europea está haciendo una gran labor por preservar el Estado de Bienestar, las libertades y derechos de sus ciudadanos? ¿O es que yo vivo en otra Europa –paralela y maldita– donde los nacionalismos cada vez recuerdan más al nazismo y los inmigrantes sesiguen quedando a la deriva en el mar? Será que yo entiendo mal la idea de Alfred Nobel cuando fundó estos premios y dejó bien claro en su testamento, aclaro que estudie primaria y secundaria fuera de España por aquello de la comprensión lectora, así decía:“Una parte a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz.”Claro, según las palabras del propio Nobel, Barack Obama –acabado de llegar a la presidencia de Estados Unidos en 2009– se merecía este Premio de la Paz cuando hoy –cuatro años después– sigue teniendo abierta la cárcel de Guantánamo con prisioneros sin juzgar, dos guerras agónicas en el Medio Oriente –Iraq y Afganistán– que no han llegado a buen puerto, digan lo que digan, y cada año elabora listados con los supuestos países terroristas e inclusive, a tono con el de este 2013: Estados Unidos aún no ha destruido sus armas químicas, como tampoco lo ha hecho Rusia, ambos estados mediadores en el conflicto de Siria y que le exigen la no utilización y destrucción inmediata. “Algunos ven el mal en el ojo del otro, pero no en el suyo”.Había tiempos en que el Nobel de la Paz se le daba a hombres, mujeres e instituciones que sí luchaban por la paz y no lo hacían con armas en las manos, si no con sus ideas y acciones: Martin Luther King (1964), la Madre Teresa de Calcuta (1979), Rigoberta Menchú (1992), Nelson Mandela (1993) y la Cruz Roja Internacional, por sólo mencionar algunos.El Nobel debe mover la conciencia del mundo, ¡qué la agite!, pero teniendo ya cerca el año 2015 cuando se supone vencen los Objetivos del Milenio, hay llamadas de atención más relevantes que certificar con su premio, algunos años manchados, una institución como la OPAQ. Esa asignatura pendiente debería estar ya resuelta para evitar conflictos como los de Siria o cualquier otro. La defensa de la paz no pasa sólo por acabar con una guerra, sino por propiciar el entendimiento de los países del Medio Oriente, o cualquier otro rincón.Tal vez en 2014 vuelva a tener sentido el Nobel de la Paz, tal vez…P.D. Como señalan en el diario 20 minutos, hay 189 países suscritos a la OPAQ, incluso Siria pidió unirse en 2012 y entró en vigor el 14 de octubre de este 2013. El 98% de las naciones apoyan la eliminación de las armas químicas, sólo “Sudán del Sur, Angola, Egipto y la República Popular Democrática de Corea ni han firmado, ni se han adherido a la convención”. Así mismo, están pendientes de ratificarla Israel y Myanmar. Y como se dijo en la entrega del premio:“Algunos estados no han respetado el plazo, que fue en abril de 2012, para la destrucción de sus armas químicas. Esto se aplica especialmente a los EE.UU. y Rusia.”una publicación por Un cubano de por ahí.