Revista Psicología

Preocupaciones

Por Centro Psiconet

Nos preocupamos… ¿de más?

Podemos definir las preocupaciones como pensamientos o imágenes sobre una gran diversidad de temas: la familia, los amigos, el dinero, el trabajo, los estudios, la salud,.. son cadenas de pensamientos continuos y negativos mayoritariamente centrados en un peligro futuro e incontrolable.

Todas las personas tenemos nuestra preocupaciones y es completamente normal pero… ¿cuándo comienza a convertirse en un problema?

Se convierte en algo inadecuado cuando estos pensamientos comienzan a interferir de manera continua en nuestro desempeño diario o en nuestras rutinas. Algunas personas se convierten en expertos en preocuparse, pasan de un tema de preocupación a otro, exploran posibilidades más negativas aun de las esperables y dedican un tiempo excesivo en encontrar temas de preocupación. La realidad es que estas personas son capaces de encontrar fracasos imaginarios, errores hipotéticos y opciones negativas, pero fallan en la toma de acción en cuanto a la resolución del conflicto o problema. No llegan a una solución (en ocasiones ni la plantean), no toman decisiones y no existe iniciativa por su parte para que estas preocupaciones puedan llegar a su fin.

Las preocupaciones pueden tener un contenido muy diferente en cada caso, pero hay algunas que suelen ser comunes a todas las personas, al menos en la forma en la que se nos presentan. Tienen que ver con preocuparse, como hemos comentando anteriormente, con la posibilidad de que exista algún peligro futuro que es difícil que ocurra o que no podemos controlar. Este tipo de pensamiento genera en nosotros una cadena de pensamientos negativos y en consecuencia emociones negativas, nos produce estrés, ansiedad, angustia…

Además, en ocasiones, acumulamos un número de preocupaciones excesivas y constantes, por lo que dedicamos gran parte de nuestro día a rumiar sobre estas cuestiones.

A grandes rasgos, podemos definir tres tipos de preocupaciones:

  • Problemas inmediatos, basados en la realidad y modificables
  • Problemas inmediatos, basados en la realidad y no modificables
  • Situaciones muy improbables, no basados en la realidad y en consecuencia no modificables

Somos cada uno de nosotros los que tenemos que analizar nuestras preocupaciones y poder clasificarlas en alguno de estos tipos. Esto nos ayudará a tener más claro cómo podemos encarar estos pensamientos, si debemos o no llevar acciones a cabo para buscar una solución factible y real, ya que nos daremos cuenta de que tenemos preocupaciones no basadas en la realidad o que, aunque sí estén basadas en la realidad no podemos llevar ninguna acción para su solución porque no son modificables.

Las preocupaciones forman parte de la primera etapa de resolución de problemas por lo tanto, es el primer paso que damos para buscar una solución. Lo inadecuado sería quedarnos estancados en este primer paso sin llegar a plantear soluciones para librarnos de un problema real. Nunca debemos olvidar que nuestras preocupaciones son pensamientos y por consiguiente, no son hechos reales, sino hipótesis internas creadas por nosotros y que reflejan nuestra interpretación de la realidad, no la realidad objetiva en sí misma.


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