Revista 100% Verde
La deshidratación o secado es una técnica de conservación de alimentos que consiste en extraer gran parte del agua contenida en ellos, lo cual reduce la proliferación de microorganismos y evita su putrefacción.No es complicado hacerlo si se tiene el equipo adecuado, se siguen ciertos criterios y se realizan algunos pequeños cálculos, hacerlo al ojo o a la suerte, raras veces nos llevará a resultados satisfactorios.
El equipo:Se puede secar alimentos directamente al sol, el inconveniente es que demora demasiado y en invierno es inviable, además no es higiénico ya que el alimento está expuesto a la intemperie y a merced de insectos y otros animales.También se puede deshidratar en hornos convencionales pero a expensas de un elevado gasto de gas o electricidad, que seguramente hará que nos replanteemos su ejecución.Sin duda el método más eficiente es a través de un secadero solar, a escala casera el horno solar con algunas variantes en su configuración de funcionamiento, trabaja como un eficaz deshidratador solar.
Criterios a seguir:► El producto a deshidratar debe estar bien lavado y debemos excluir aquellos elementos en mal estado, además en algunos casos habrá que dar un tratamiento previo al secado para evitar cambios de color o texturas indeseables. Por ejemplo, en el caso de estos tomates hemos añadido sal, que actuará como un conservante natural.
► La temperatura a la cual sometemos los alimentos es otro factor determinante, los procesos de secado se hacen entre 40º y 70º C, sin embargo hay que tener en cuenta la temperatura máxima tolerable de cada producto en particular, los tomates permiten una temperatura de trabajo de 70º C pero si deshidratamos manzanas no deberemos exceder los 50º C.
► El aspecto más importante cuando deshidratamos alimentos es definir el final del proceso, un secado incompleto hará que nuestro producto se pudra o se llene de mohos u hongos al poco tiempo de almacenamiento. Para determinar ello correctamente debemos determinar el contenido residual de humedad en el producto seco ( Hs ), esto se obtiene consultando manuales de tecnología alimentaria, en ellos encontraréis tablas que dan los valores recomendados para cada tipo de alimento. Para el caso de tomates con adición de sal un valor apropiado es 10%.
Cálculos:
► Conocer el peso neto del producto ( P ) que vamos a deshidratar, esto lo obtenemos fácilmente con ayuda de una balanza. Los tomates luego de quitar las ramas y algunos en mal estado pesaron 1,80 kg.
► Determinar la humedad fresca del producto ( Hf ), este valor se consigue fácilmente buscando en internet o en manuales de tecnología de alimentos, también se conoce como porcentaje de humedad. Para el tomate cherry es 92%.
► Calcular el rendimiento ( R ), el cual es un valor constante para cada tipo de alimento y viene dado por la siguiente fórmula: R = ( 100% - Hf ) / (100% - Hs )
Por tanto en nuestro caso: R = (100 - 92) / (100 - 10) = 8 / 90 = 0,089
► Por último calculamos el peso del producto seco ( Ps ), que correspondará al contenido residual de humedad recomendada Hs a partir de la fórmula: Ps = R x P
Volviendo a nuestro caso este será: Ps = 0,089 x 1,80 kg = 0,160 kg o lo que es lo mismo 160 gr
Conclusión:
Para obtener tomates secos con un contenido residual de humedad de 10%, adecuado para su correcta conservación, deberemos continuar el secado hasta obtener un peso de 160 gramos.
Ingredientes (2 a 3 personas):
2 kg de tomates cherry
sal
Coste de la receta:
Ingredientes: alrededor de 4 eurosEnergía (electricidad o gas): CERO eurosEmisiones de CO² a la atmósfera: CERO
Set de imágenes: Día 1 (clic para ampliar)
Set de imágenes: Día 2 (clic para ampliar)
Set de imágenes: Día 3 (clic para ampliar)
PD:
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