Este año por primera vez celebro la Navidad en Mataró, mi primera navidad en España. Hasta ahora esta época siempre era motivo de viaje para pasarlo con familia o en Alemania o en Brasil. Ahora, teniendo los padres en Alemania y los suegros en España haremos turnos: los años pares nos quedamos aquí, los años impares iremos a Alemania. Una solución que facilita la planificación y evita discusiones intrafamiliares.
En 2013 casi no decoramos nuestra propia casa, ya que no íbamos a disfrutar de ello. Este año es diferente: la comida familiar del 26 será en nuestra casa, una excusa perfecta para hacer otra revisión minimalista de todo lo que me rodea.
El uso, la inercia y los recuerdos
Comparado con otras casas, tenemos un hogar bastante minimalista que se caracteriza por la existencia de espacios libres, a pesar de ser un piso bastante pequeño. Tenemos bastante controlado lo que entra en nuestro espacio y regularmente hacemos un repaso de lo que hay: Navidad y el Año nuevo son momentos idóneos para ello.
Aparte de los objetos que utilizamos regularmente y que por lo tanto tienen su razón de ser, hay otro tipo de cosas que suelen acumularse: objetos que utilizaste en su día y / o que llegaron a ti para formar recuerdos. Libros que ya has leído y no piensas volver a mirar, accesorios de hobbies o actividades que ya no realizas y objetos de decoración que ya han cumplido su función hace tiempo.
Así que algunas de las tareas que yo me he puesto para estos días son:
- Cambiar la exposición de las felicitaciones de la boda por las tarjetas de Navidad que hemos recibido
- Limpiar el tablero con la planificación de 2014 para poder añadir la planificación del 2015 (después de Navidad)
- Colgar las fotos que están esperando que hagamos algo con ellas
- Revisar (nuevamente) mi escritorio personal y mi almacenaje para deshacerme de lo que no utilizo
Nota: El armario para la próxima temporada del Proyecto 33 lo dejaré para los días entre Navidades y Año Nuevo.
El objetivo es preparar esta casa para entrar lo más ligero en el nuevo año y de paso facilitar la limpieza alrededor de las visitas de Navidad.
La dificultad de no tocar lo que no es tuyo
Es fácil deshacerte de las cosas que inequívocamente son tuyas, en comparación… . Es mucho más complicado cuando se trata de cosas de tu pareja, de tus padres (si pasas Navidad en su casa) o de tus compañeros de piso. De repente la cuestión no son ni las cosas, sino la relación que tienes con esta persona.
La regla aquí es muy fácil: no toques nada que no es tuyo, y menos en casa de otras personas (hola mamá). Aunque te cueste. Aunque crees de que le iría super bien a la otra persona. Aunque te duela físicamente ver todos estos “trastos” ocupando espacio sin sentido. Aprovecha esta situación como una prueba de paciencia, quizás con una recompensa cuando terminen las navidades.
Tal vez este sea la prueba más difícil de toda tu trayectoria como minimalista: aceptar que tu verdad no necesariamente es la verdad del otro. Quizás lleguen a la misma conclusión que tu en algún momento, quizás no. No es tu papel de forzarlo.
Yo tengo la suerte que mi pareja no es excesivamente consumista. Sí que aquí hay más libros de los que yo tendría y quizás la cocina está más llena de lo que me gustaría (su formación de cocinero resulta en un abanico de ingredientes y herramientas de la cocina vanguardistas). Aún así, no le voy a imponer mis ideas. O por lo menos lo intento.
Nota personal: Admito que se puede dar el caso que quizás le escondo una u otra cosa que no ha utilizado en mucho tiempo para ver si lo echa en falta.
La decoración navideña en una casa minimalista
Ser minimalista no significa no tener nada, y ciertamente no significa que no puedas celebrar la navidad. Tenemos un árbol con sus luces y unas bolitas (ambas a reutilizar en los años pares) con los regalos por debajo. En las ventanas hay pegatinas (reutilizables) con copos de nieve y algunas de las superficies están adornadas con una Flor de Navidad y algunas velas.
Pero lo más importante será la comida familiar el día 26. Este será el día que esta casa realmente se llena de espíritu navideño, alimentado por la cocina de mi pareja.
¿Cómo preparas tu la navidad?