Revista Cocina

Prepare sus conservas de tomates

Por Pasape

Cultivado en el mundo entero, el tomate desempeña un papel esencial en la cocina actual y se conserva de múltiples maneras.

Si su cosecha de tomates ha sido abundante este año, puede elaborar conservas: pikles, confitados, salsas, mermeladas…

Antes de prepararlas, asegúrese de que los tomates están bien maduros, pues su sabor será mejor. Si es preciso, acelere la maduración poniéndolos en una bolsa de papel marrón a temperatura ambiente.

¡Podrá consumir sus conservas de tomates a lo largo de todo el año!

tomates2 Prepare sus conservas de tomates

Si la cosecha es abundante…

Una conservación difícil

El sabor de un tomate cultivado con los cuidados (¡esmerados!) de un jardinero-horticultor es totalmente distinto al de los frutos comerciales, aún más de lo que ocurre con cualquier otra hortaliza. Por eso resulta tentador cultivarlo en exceso, pues además hay decenas -¡e incluso centenares!- de variedades por descubrir. A veces, la consecuencia es una cosecha milagrosa -¿quién va a quejarse?-. Pero hay un inconveniente: el tomate no aguanta en absoluto, así que es aconsejable consumirlo recién cogido para que no pierda sus virtudes nutritivas.

Al final de la temporada

No obstante, hay que matizar este aspecto de la mala conservación. Es sabido que el tomate recogido antes de estar maduro puede dejarse en el borde de la ventana para que acabe de madurar. Pierde sus cualidades de fruto fresco, pero no su excelencia gustativa. Por eso, al final de la temporada, cuando la temperatura ha descendido demasiado como para dejar que madure en la planta, hay que arrancar todos los pies y colgarlos tal cual, con sus frutos, en un local a una temperatura media de 15 º C. El método es válido sobre todo para las variedades con frutos pequeños.

Conservación cocinada

En caso de cosecha abundante, la mejor solución pasa por las conservas o la congelación, con una preparación previa. Las posibilidades son numerosas, puesto que puede preparar muchos platos <<con tomate>> o <<a la italiana>> (son casi sinónimos), antes de congelarlos -pollo-, pescado, guisado de hortalizas…

Sin embargo, la preparación estrella es, evidentemente, la salsa de tomate, que puede aromatizar con diversas hierbas.

La salsa de tomate en seis etapas

Esta receta casera, preparada con tomates frescos, garantiza el éxito de sus platos a lo largo del año.

Ingredientes

  • 4 kg de tomates bien maduros de la variedad que desee
  • 10 hojas de albahaca
  • 3 hojas de laurel y algunas ramitas de tomillo
  • 3 dientes de ajo
  • 2 cebollas verdes enteras
  • 1 ml de aceite de oliva
  • Sal y pimienta

Material necesario

  • 3 tarros de cristal gruso
  • 1 cacerola
  • 1 pasa puré
  • 1 esterilizador o una olla grande con tapa

Para dos tarros de 500 g

  • Preparación: 1 hora
  • Cocción: 1 hora
  • Esterilización: 1 hora

Preparación

  1. Lave los tomates totalmente maduros. Quite el pedúnculo y córtelos en cuatro, o en ocho si son muy gruesos.
  2. Ponga en la cacerola dos cucharadas soperas de aceite de oliva y añada los tomates. Pele y corte las dos cebollas verdes, seleccionando las partes más tiernas. Incorpórelas a la preparación.
  3. Cueza a fuego moderado. Al principio de la cocción, añada los dientes de ajo machacados, el tomillo y el laurel. Ponga la sal y la pimienta. Deje cocer durante una hora, sin cubrir y removiendo a menudo, hasta obtener un puré de tomate.
  4. Deje enfriar, quite las ramas de tomillo y el laurel. Pase el puré por el pasapuré a fin de eliminar la piel y las semillas de los tomates. Vierta el resto de aceite de oliva.
  5. Esterilice los tarros con agua hirviendo. Llénelos de salsa hasta dos centímetros del borde. Añada dos o tres hojas de albahaca bien lavada en cada tarro y ciérrelos. ¡No olvide poner las juntas de goma en las tapas!
  6. Esterilice las conservas cubriéndolas de agua (ver texto adjunto). Deje hervir durante una hora. Sus conservas están listas.

Volver a la Portada de Logo Paperblog