Este pasado sábado 24 de noviembre tuve la suerte de asistir entre las 20 y las 21.30 horas en la Casa de Zamora, situada en el número 12 de la madrileña calle de las Tres Cruces, a la presentación de la segunda novela de mi amigo Ismael Cruceta, a quien muchos ya conocéis gracias a su blog Cajón de Historias y su primera novela, Luz de Libertad. Ismael estuvo acompañado por el editor de Entrelíneas, Carmelo Segura, y arropado por decenas de amigos y familiares que acudimos emocionados y nerviosos a la presentación de La lágrima de la India. El propio editor aseguró sobre la nueva novela de Ismael: “Os va a emocionar, os va a entretener y la vais a recomendar muchísimo”. Cosa que no dudo.
Esta es la sinopsis: La que parecía que iba a ser una historia de amor resultó ser una novela sobre la amistad, sobre una amistad limpia que unió a Leonardo Soto y Anita Reina de Córdoba más allá del tiempo y del espacio. Él, un escritor de éxito al que el destino le puso en el camino a Soledad una y otra vez, entre recuerdos de infancia, canciones de Jacques Brel y pies descalzos. Y ella, Anita, que se embarcará en un viaje maravilloso a Sri Lanka, un país donde buscará a gente con la tez morena y los ojos de color aceituna, un paraíso de playas y templos con dos décadas de conflicto armado a sus espaldas, una guerra ciega que tan desapercibida ha pasado a los ojos del mundo. Y ambos, sin saberlo, se salvaron mutuamente del olvido. Una novela que es un homenaje a dos ciudades: Madrid y Montpellier y a todo un país, Sri Lanka, caótico, hermoso, desconocido. Una historia que hará vibrar las emociones del lector, luminosa, amable y cargada de melodías. La lágrima de la India no es solo para leer, sino también para sentir, para sonreír. Con tres personajes coherentes, a veces controvertidos, a veces incomprendidos, pero siempre valientes. Una novela de viajes. De destinos y verdades. De vida. Y de amistad, sobre todo de amistad. Montpellier y Jacques Brel Sobre Montpellier y las canciones de Jacques Brel, especialmente Ne me quitte pas, Ismael comentó: “Una parte de la novela está ambientada en Francia y esa canción está muy presente porque me gusta mucho. Quería que estuviera porque me sigue emocionando cada vez que la escucho. Aunque ni los personajes de la novela ni yo habíamos nacido cuando se compuso, las canciones son universales y atemporales. En 2007 viví un año en Montpellier y para mí fue un año muy especial. Han pasado ya cinco años pero sigue muy presente en mí”. Ismael, periodista, escritor y bloguero, explicó sobre sus dos profesiones: “El periodismo y la literatura muchas veces se mezclan, porque los dos juegan y trabajan con las palabras pero utilizan mecanismos distintos y no tienen nada que ver, son totalmente distintos y paralelos”. Los personajes Sobre los nombres de los personajes de la novela, el autor lanzó un guiño a sus lectores. “Tendrán que ver si encuentran los motivos, el porqué de esos nombres, porque se cuenta en la novela. Los personajes no están inspirados en nadie en concreto”. Y añadió: “Leonardo y Anita son muy amigos, tienen un vínculo muy especial entre ellos. Yo he empatizado con todos los personajes, pero creo que los lectores conectarán más con Anita por su carácter, es una mujer fascinante que va a gustar mucho”. La novela está ambientada también en Sri Lanka. Como él mismo relató, Ismael ha querido “dar voz al conflicto que duró muchos años y que sin embargo pasó muy desapercibido. Sri Lanka es el país con forma de lágrima que está debajo de la India. Le puse este título a la novela porque al releerla me di cuenta de que hay muchas lágrimas, los personajes son muy llorones, pero muchas lágrimas no son de tristeza sino de emoción o felicidad, y eso es muy bonito”.
Ismael firmándonos a Pablo y a mí nuestro ejemplar de La lágrima de la India.
Su segunda novela Esta es ya la segunda novela de Ismael Cruceta. Sobre su madurez y evolución como escritor confesó: “Eso deberían decirlo los lectores. Han pasado tres años desde que se publicó Luz de Libertad y cinco desde que la terminé. Es cierto que ahora he hecho un trabajo de documentación más exhaustivo, he estado mucho tiempo escribiendo y mimando la novela. Ahora me da un poco de miedo porque ya no depende de mí sino del veredicto de los lectores”. Además, animó a los lectores a comprar La lágrima de la India porque “hay que apoyar nuestra cultura y es una novela preciosa, estoy enamorado de ella, es mi novela, yo la moveré para que le salgan alas, pero es la gente la que la hará crecer. Es una novela para evadirse y viajar”. Su madre y Almudena Grandes Una novela que empieza con una sincera y emotiva dedicatoria a su madre, una cita inolvidable de la novela de Almudena Grandes Malena es un nombre de tango: “En aquel instante comprendí con una aterradora precisión que hasta entonces mi vida no había sido otra cosa que su ausencia” y con la sugerente y preciosa frase: “Hay noches que perduran en la retina para siempre”. Si a todo esto le añadimos el título y la portada, es imposible resistirse a leer la novela. Ismael, emocionado y nervioso, confesó sentir que jamás se ha torcido su destino. Se siente afortunado y tiene motivos de sobra para ello. Sabe que es respetado y querido por sus familiares y sus muchísimos amigos, entre los que tengo la suerte de incluirme. Pero eso no tiene ningún mérito. Resulta difícil no querer a Ismael. Por su sonrisa, su optimismo, sus ganas de luchar, de soñar, de hacer realidad sus sueños. Por su pasión. Por su amor a la literatura. Por su dulzura. Por todo. Una novela de amistad Sobre su novela, Ismael recordó: “De todos vosotros hay un pedacito en ella porque habla de amistad. La empecé en 2007 en Montpellier y la acabé el año pasado. Desde entonces ha estado reposando en un cajón y cuando la he sacado he podido verla con otros ojos. Leonardo Soto y Anita Reina de Córdoba son unos amigos que se salvaron mutuamente, tienen caracteres muy diferentes, recovecos, matices. Es una novela de amistad porque la amistad es la sal de la vida, aunque a veces se nos olvide. Es una novela de viajes para vivir y para amar. Una novela que habla de ser feliz con sencillez, de elegir vivir, de amistad, de evolución”. Ismael recordó que el día anterior había recibido un email de un profesor suyo de la universidad. “Me felicitó por defender la cultura, la más débil y frágil en esta batalla en la que nos quieren hacer chiquititos. Sobre todo en Cajón de Historias siempre defiendo la cultura y recomiendo novelas que nos pellizquen y nos hagan sentir cosas. No paro de recomendar lo que nace de las entrañas. Deseo de verdad que os guste. Escribir es lo que quiero hacer, ser escritor a tiempo completo”. Ismael quiso acabar la presentación con una frase de la novela que dice Leonardo y que nos dejó a todos con unas ganas tremendas de disfrutar de La lágrima de la India. “A amar se aprende amando, a escribir escribiendo y a vivir, tú lo sabes muy bien, se aprende a hostias”. Y yo quiero acabar esta entrada dándole las gracias a Ismael por su amistad, por los momentos compartidos y, cómo no, por haber incluido un pedacito de mi reseña de Luz de Libertad en la cubierta de su nueva novela. Gracias. De corazón.