Revista Cultura y Ocio
Presentación de los libros: "La marca del meridiano" y de "La vida imaginaria"
Publicado el 24 abril 2013 por ProyectodescritoraLa otra tarde acudí a la presentación de la última entrega de la pareja de la benemérita de Lorenzo Silva. El acto en cuestión se realizó en el teatro García Lorca de Getafe, un lugar que siempre me ha gustado. Tengo muy buenos recuerdos de los momentos que he vivido en él.
Me pareció una de las presentaciones de libros más trabajadas y bonitas de las que he visto. Que el escenario ayudó, seguro, pero también influyeron algunos otros aspectos, como que la presentadora del acto fue profesional (a veces intentan hacerse los graciosos o tener más protagonismo que los propios autores) y tenía una voz serena que te gustaba escuchar. Además de Lorenzo Silva, que siempre es un placer escucharle, le acompañaba la autora, Mara Torres, finalista del premio planeta por el libro “la vida imaginaria” que también presentaba su primera novela y que yo no conocía pero tal y como explicaba su historia, me dieron ganas de leerla.
La puesta en escena estuvo muy bien. Ellos estaban sentados alrededor de una acogedora mesa con el cuervo, símbolo de la Novela Negra, de fondo. Como presentación al acto un par de voces en off interpretaron algunos fragmentos de las dos novelas y después, frente a un atril, volvieron a hacerlo de algunos otros. Destacaría la actriz, que te metía en la historia con mucha facilidad.
De la presentación, además de salir con ganas de leer ambos libros, La vida Imaginaria, una novela protagonizada por Fortunata Fortuna justo cuando su novio la deja y la de Lorenzo Silva, La marca del meridiano, séptima entrega de la saga, saqué en claro algunas ideas que me gustaron mucho. Por ejemplo, de Mara, que dijo que las personas vivíamos dos vidas paralelas, tal y como ella lo veía: una la real, la que sucede. Y otra, la imaginaria, que sucede simultáneamente en nuestra cabeza y ambas son válidas. También dijo que las cosas que queríamos cambiar en nuestra vida real, empezaban por tener un sueño en la imaginaria.
Lorenzo por su parte, explicó que escribir una novela policiaca tenía la dificultad añadida de contar al menos, dos historias a la vez, solo que una se contaba en orden cronológico, tal y como iba ocurriendo la investigación y a la vez otra que se narraba justo al revés, desde que, por ejemplo, encontraban el cuerpo de la víctima.
También hablaron de escritura y la entrevistadora les preguntó si ellos eran escritores de mapa o de brújula. Cuando hablan de estas cosas, y aunque una no se considere escritora, no puede evitar pensar en su propio método de trabajo. Te sientes un poco identificada aunque estés tan lejos de ocupar su asiento como a lo mejor quieras estar.