La historia de hoy no habría sido posible de no ser por esos arrebatos que a uno le dan de vez en cuando se entera de que hay un evento importante relacionado con el motor.
Os seré sincero, no tenía pensado asistir, ya que, pese a mis deseos de asistir a la presentación del nuevo Abarth 124 Spyder en Difisa Racing, debido a mi horario laboral, era un tanto incompatible.
Por decirlo de algún modo, tanto Álvaro como yo, no estábamos disponibles hasta pasadas las 20:00h... y el evento empezó a las 19:00h. Pero oye, todo empezó con un: -¡No hay huevos! (estas cosas no pueden acabar de otra manera).
Sabíamos que íbamos a llegar tarde, de hecho... ¿Los cogeríamos allí? ¿Si? ¿No? No importa, había que intentarlo... Y hubo suerte.
No era necesario entrar por la puerta de Difisa Racing para darse cuenta de lo que había expuesto allí dentro. Desde la misma vitrina ya podíamos ver un precioso Lancia Stratos del GR.4 acompañados de 3 abarth, uno de ellos, una de las estrellas del concesionario preparador, el Assetto Corse.
Al cruzar la puerta y subir los 7 o 8 peldaños del pasillo principal, uno puede darse cuenta de que Abarth, Lancia y Fiat tienen una gran historia a sus espaldas.
Como por ejemplo, este Fiat Abarth 656 SS Corsa totalmente original. La versión más radical derivada del Fiat 500 construida y preparada por el mismisimo Carlo Abarth. Tan solo pesa 485kg y desarrolla 38cv, una buena relación para su época.
Descubriendo el nuevo Abarth 124 Spyder
Como visteis en el directo que subimos a facebook (os lo volvemos a poner por si os lo perdisteis), lo primero que vimos al subir estas escaleras fue el nuevo Abarth 124 Spyder sobre una alfombra roja, obviamente en el centro, pues era la estrella y el motivo del evento.
Pudimos ver de cerca todos sus acabados, aunque nos quedamos con ganas de escuchar el sonido de su propulsor de 1.6 litros turbo.
Aunque para deseos, el deseo de escuchar un auténtico GR.B como el Lancia 037. Enserio... Este coche nos pone los pelos de punta. Tuvimos la oportunidad de subirnos en él y sentir, aunque solo fuese por un momento, la nostalgia de la época donde estos cacharros estaban dando caña de verdad. Unas series limitadas pensadas y creadas única y exclusivamente para correr, cosa que hoy en día, no pasa. Sin duda marcaron un antes y un después en el deporte del automovilismo.
Todos y cada uno de los coches expuestos tenían su esencia. Se podía apreciar, en cada invitado, la típica sonrisa tonta que se nos pone cada vez que vemos algo que nos gusta... o nos enamora. En definitiva, un evento con clase, dinámico y lleno de sorpresas.
Y para terminar, antes de marchar, un conocido nuestro nos enseño su nueva adquisición... un precioso Alfa 4C que seguramente, en 30-40 años, esté tan revalorizado como las joyas que hemos visto hace un momento.