La estancia en Ciudad Real ha sido sensacional. Hice la presentación del libro en la Biblioteca Pública y a punto estuvo de llenarse el aforo de la sala: estuvieron cerca de ¡90 personas! Clara, la bibliotecaria, no se lo podía creer. En Ciudad Real es ya un éxito llegar a 30 personas en una presentación. Y todo se lo debo a una colla de amigos que me quieren y que se volcaron para que todo fuera un éxito. Me sentí a gusto en mi tierra. No sé, era como devolverles algo que, al haber tenido que salir de ella, siento como que les he robado: mi trabajo, mi futuro… y se lo he dado a Catalunya. Supongo que son nostalgias del terruño y sentimientos de tus raíces… Los emigrantes no acabamos de ser de donde estamos, porque no podemos olvidar el lugar de donde venimos… Supongo que eso nos hace más universales. Y es posible que ésta también sea una de las razones por las que siempre busco aquellas cosas que nos igualan y huyo de aquellos factores que a las personas nos disgregan.
En una conversación muy interesante que ayer mantuve con una persona, me comentaba que él no creía en las ONG’s, que él ya pagaba los impuestos y que debería ser la administración quien se encargara de las necesidades de las personas. Y lleva razón. Yo estoy de acuerdo con él. Siguiendo este discurso, no entendía cómo había ONG’s en este momento que siguiesen gastándose los dineros en un tercer mundo, con la que está cayendo a nuestro alrededor: “Ayuda al que tienes a tu lado antes que al que no ves -me decía.” Y yo me preguntaba: “¿Tiene menos derecho a vivir la persona que no veo que èsta que está en mi puerta? Los derechos de las personas ¿acaso están en función de en dónde nacemos?”
Supongo que esto no se lo diremos a la Merkel en las negociaciones europeas. Bastante nos critican los países ricos a los que no lo somos tanto. Y no creo que las ayudas nos las estén dando con mucha alegría. Siempre los ricos (personas, regiones, países…) no ven con buenos ojos a los pobres, aunque luego, por detrás, se estén aprovechando de ellos.
Vendí libros y quedaron otros por vender en sendas librerías: BIRDY y LITEC.