"Prestidigitadores" o cómo te oyes
Comenzaré con una especie de juego de palabras humorístico que inventé para hablar después de las etapas por las que debe pasar un pianista."Un alumno cuando va a clase los cuatro primeros años tiene un profesor/a habitualmente de tipo DIGITADOR: le pone números.
Después, los seis siguientes años tiene a un docente tipo PRESTO: le pone como tarea semanal que la siguiente vez lo toque "más rápido, más rápido" :)
Finalmente, los cuatro últimos cursos, ya en grado superior, su profesor/a se convierte en PRESTI-DIGITADOR, porque no le dice nada, simplemente le toca la pieza y... magia potagia! si no has visto el truco se siente, no te lo repetirán muchas más veces, no te lo explicarán con palabras tampoco :)"
Bromas aparte, se deduce que un alumno debe escribirse sus digitaciones él mismo por muchas razones: memorización, deducción, etc... para mostrárselas al profesor (índice de parte de su estudio realizado) y debatir con él sobre la idoneidad en función de su mano...
Se infiere también que la velocidad no es el desideratum de todo pianista, es más importante la dinámica de las notas que el tempo máximo al que lleguemos, a mi juicio.
Finalmente se colige que la enseñanza del piano, aunque es importante tener buenos modelos, no es sólo imitación (que sí también, pero, estimo que es sobretodo interesante esto al principio), o peor aún, copia de un maestro/a.
El alumno debería pasar por las fases de oir-escuchar: conteo de la duración, sólo sentir la duración " a lo largo", nombre de las notas, intensidad de las notas, interconexión de dinámicas y fraseo para llegar finalmente a otro estadio mental en el que directamente se siente o conecta uno con otras zonas menos "racionales"... De la cabeza fría al corazón caliente, como dijo el gran pedagogo ruso H. Neuhaus.