Revista Cocina
San Valentín ya se va acercando y la ciudad va cogiendo forma para el día del amor. A mí ya sabéis que las fiestas internacionales me encantan. Navidad, Halloween, Pascua... ¡Soy fan de todo! Por supuesto de San Valentín también. Hoy en día se celebra absolutamente todo y celebrar el amor es una de las mejores cosas que podemos hacer.
Al contrario de lo que todo el mundo cree, yo no creo que en San Valentín sea estrictamente necesario regalarse cosas, cenar, dar flores y todos esos clichés que hemos ido absorbiendo. Yo creo en las personas y en lo diferentes que somos todos los unos de los otros. Si ninguno de nosotros somos iguales, ¿por qué las relaciones deberían serlo?
Quiero decir que da igual lo que a las distintas parejas les guste hacer el día de San Valentín. No es necesario hacer toda la parafernalia como una película romántica de los 90. Basta con estar cómodos y felices. ¿Qué más da una cena en un restaurante caro que una pizza en casa en pijama? Creo que la gente que critica este día por el hecho de incentivar el consumismo no es consciente de que no tienen por qué hacerlo. No es el día de comprar osos de peluche, sino el día de recordarle a esa persona especial que la quieres. Simple y llanamente.
Hay parejas que ni siquiera pueden celebrar el día de San Valentín y deciden celebrarlo juntos otro día. No hay problema. Y creo firmemente que no se le debería dar tanta importancia a lo que uno debe o no hacer con su vida.
Sin embargo, una de las tradiciones típicas de este día sí que me gusta seguir manteniéndola. Hablo de ponerse alguna o varias prendas de color rojo o rosa. No es que lo considere necesario, pero me gusta retarme a mí misma frente al armario y decir "vale, tengo que hacer un conjunto con estas características". Y eso me gusta. Además, el rosa y el rojo son de mis colores favoritos.
Por eso, cuando decidí crear un outfit de inspiración para el día de San Valentín, sabía que quería hacerlo con algún punto de color rosa. En este caso escogí un jersey de angorina de color rosa que compré en una tienda de segunda mano. Es de Zara y tiene un corte muy de los 2000 que me encanta. Últimamente me gusta mucho visitar tiendas de segunda mano. Creo que la gente no es consciente de que puedes conseguir productos de marca a precios muy bajos, y los productos que venden siempre están en muy buenas condiciones.
Cuando encontré ese jersey no me lo pensé dos veces. Es rosa y de pelito. ¡Y este año se llevan las prendas de pelo sintético! Dos en uno.
Lo único malo es que esa tela pica bastante, pero con una buena camisa blanca para ponerte debajo ya no hay problema por ninguna parte. La camisa es de Amichi, que es una de las mejores marcas españolas que existen. Yo siempre digo que para básicos es mejor adquirirlos de una buena marca de calidad porque son las únicas prendas que van a durar años y años en nuestros armarios, independientemente de las tendencias actuales.
Lo combiné con una falda negra que suelo ponerme bastante porque, no sé por qué, tenia claro que quería ponerme falda. Los botines negros me los puse para... ¿sinceramente? no pasar frío. Sí, los stilettos son ideales pero vivo en Salamanca y hay que ser realistas. Rompen un poco la estética del conjunto porque no contribuyen al toque preppy de la camisa y las perlas, pero curiosamente me gusta el resultado. Y, bueno, las perlas a mí nunca me pueden faltar.
Por último, cabe añadir que este conjunto con una bufanda estilo Burberry queda genial. La prueba de ello:
Datos del outfit:
Jersey / Sweater: ZaraCamisa / Shirt: AmichiFalda / Skirt: StradivariusCollar de perlas / Pearls: I AmBotines / Boots: Coolway