Para prevenir enfermedades en el hogar, realmente hay que ser un incansable higienizador, pues hay que estar todo el tiempo al tanto de lo que entra, o de quien entra a la casa, pues una persona puede ser transmisora de muchas enfermedades, si pues las enfermedades que más nos contagian en casa o fuera de ella son las de transmisión de persona a persona. Al igual que la entrada de los alimentos al hogar debe ser controlada, pues en ellos se infiltran los microbios patógenos, entre los alimentos más susceptibles a trasmitirnos los gérmenes de enfermedades tenemos: a los vegetales crudos, por lo que hay que lavarlos con mucha calma y cuidado, los productos crudos de origen animal, los mariscos y la leche no pasteurizada.
En la cocina existen cuatro claves inviolables antes de entrar a la misma:
- El lavado e higiene de las manos, cuchillos y utensilios a utilizar o después de haber utilizado, lo mismo con el contacto con las carnes y demás alimentos mencionados.
- La separación, es decir evitar el contacto de las carnes crudas con los alimentos listos para consumir. Esto puede suceder, lo cual llamamos contaminación cruzada.
- La cocción de los alimentos, sobre todo las carnes, la cual debe de exceder los 24 grados Celsius.
- Como última y no por eso la menos importante, tenemos la refrigeración de los productos. Si compramos alimentos que no serán consumidos en el momento, pues debes enfriarlos en la nevera, al igual que el alimento cocido que quieras almacenar para después debes almacenarlo en frío. Esto evita la contaminación y que pierda su vida útil, poniendo en peligro la digestión de las personas en casa.