En algunas ocasiones hemos tratado el dolor de cabeza o cefalea en los niños, un malestar que los pequeños sufren igual que los adultos, pero que dependiendo de la edad que tengan no saben explicarlo. Generalmente el dolor de cabeza o cefalea más frecuente es el tensional, un tipo de dolor que rodea la parte alta de la cabeza cuya duración es variable y se vincula a una contracción sostenida de los músculos del cuello y la cabeza.
Este dolor se puede producir por una postura incorrecta, por sufrir situaciones de estrés, trastornos de afectividad, cansancio, trastornos del sueño, etc. Generalmente no se acompaña de otros síntomas ni signos clínicos, sólo se sufre el dolor de cabeza. Aunque es más raro, los niños también pueden sufrir migrañas o jaquecas, durante la fase dolorosa se padece una sensación pulsátil, es decir, cómo si se sufrieran pinchazos en la cabeza.
Este dolor de cabeza, a diferencia del primero, si se puede acompañar de síntomas o signos clínicos, los niños pueden sufrir náuseas, vómitos, dolor en un ojo, visión borrosa, etc. Es un dolor que se hace más evidente con la luz y el ruido, eso lo puede atestiguar cualquier padre que sufra migrañas. Las soluciones a este tipo de dolores son, en el primer caso un analgésico como puede ser un paracetamol, y en el segundo descanso y tranquilidad, evitando luz y ruido como ya hemos comentado, si se trata de migrañas persistentes lo mejor es acudir al especialista para que recomiende un tipo de tratamiento preventivo específico.
Para prevenir el dolor de cabeza en los niños hay varias recomendaciones que merece la pena tener en cuenta, los niños deben seguir una vida organizada sin exceso de actividades extraescolares, sean físicas o intelectuales, dormir lo recomendado según la edad, algo que ayudará a que estén descansados y puedan afrontar mucho mejor el día. Realizar yoga o técnicas de relajación ayuda a que sufran menos tensión y estrés, en consecuencia se reduce el riesgo de sufrir un dolor de cabeza.
Vigilar la alimentación, debe ser sana y equilibrada, los excesos de ciertos alimentos como el chocolate o el queso curado pueden provocar dolor de cabeza, también lo pueden provocar algunos fármacos, en este caso suele detallarse en el apartado de efectos secundarios del prospecto. Los olores fuertes o estar expuesto continuamente al olor del tabaco también puede provocar dolor de cabeza.
Como padres debemos preocuparnos cuando los dolores de cabeza son frecuentes y parece que van a más, ya que pueden delatar algún tipo de problema de salud, por lo que es necesario acudir al pediatra para que realice las pruebas oportunas y conocer el origen del dolor. Si con el dolor aparecen otros síntomas como puede ser la fiebre o rigidez en la nuca, también es motivo de visita al pediatra, ya que podría tratarse de algún tipo de infección.
En ningún caso hay que infravalorar el dolor de cabeza de los niños más pequeños, ya que puede originarse por tener problemas de visión o ser uno de los síntomas de una meningitis, por ello, cuando constatemos que los dolores no son esporádicos, es obligado acudir al especialista.
Foto | Dani_vr
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Prevenir el dolor de cabeza en los niños