Las altas tasas de obesidad infantil representan un problema que preocupa a nivel mundial, por lo que es necesario que además de tratar a los niños que ya tienen la enfermedad es necesario que se tomen medidas para evitar que otros niños puedan tener conductas o modos de vida que los lleven de una forma u otra a tener sobrepeso de aquí a unos años, ya que hay que saber que este problema puede prevenirse.
Un nuevo estudio científico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland de EE.UU., publicado en la revista Archives of Pediatric and Adolescent Medicine, indica que al parecer la percepción materna alterada del peso de sus niños pequeños podría influir de forma sumamente negativa en su alimentación y desarrollo desembocando en problemas de sobrepeso, ya que durante la investigación se supo que el 87% de las madres con niños de 12 a 32 meses de edad que ya presentan un peso extra al que deberían tener, demostraron ser las menos capaces de percibir de forma precisa el tamaño del cuerpo de sus propios hijos.
Lo alarmante, según los especialistas a cargo de la investigación es que para el 81% de esas madres el sobrepeso de sus hijos es considerado como algo “normal” ya que muchos siguen creyendo que un niño gordo es un niño fuerte y sano, cuando la realidad es que es completamente vulnerable a todo tipo de problemas a lo largo de su desarrollo, con claras miras a convertirse en un adolescente con sobrepeso y a un adulto con obesidad.
Una de las participantes del estudio fue la nutricionista colombiana Claudia Angarita, quien opina:
“Este estudio refleja la realidad de muchas madres en cuanto a las percepciones erróneas acerca del sobrepeso y la obesidad infantil. Según comentan los autores del estudio, es posible que las madres evaluadas perciban que los niños con sobrepeso son más saludables, son mejor alimentados y cuentan con un desarrollo más rápido que los niños con peso bajo o normal”…“Lo primero que se debe tomar en cuenta es la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, que la lactancia materna debe ser exclusiva hasta los seis meses. A partir del sexto mes, se debería iniciar la alimentación complementaria. Asimismo, es importante ofrecer una alimentación balanceada y variada que contenga los diferentes grupos de alimentos y el aporte nutricional necesario para el adecuado crecimiento y desarrollo del niño. No hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas. Además, para alimentar a un niño es necesario conocer las diferentes funciones que los alimentos cumplen en el organismo”.
Las percepciones erroneas por parte de las madres son las que inducen a una sobrealimentación por lo que el niño ya encara la vida con persistentes problemas de peso desde su infancia más temprana, por lo que es sumamente necesario que los pediatras y nutricionistas sean capaces de informar a las familias sobre la importancia de mantener a sus niños con el peso que necesitan a cada edad, y explicarles la importancia de tener una vida sana, con actividad física diaria por lo menos 30 minutos por jornada durante los primeros años del niño.
Vía | Prensa Libre
Foto | PhylB de Flickr
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Prevenir el sobrepeso en los niños