He leído estos días unos datos sobre salud mental bastante significativos. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) los trastornos mentales suponen la principal causa de discapacidad, situando a la depresión como el trastorno más incapacitante, por encima de cualquier dolencia física.
El Foro Económico Mundial ha realizado un informe donde expone que el coste económico asociado a los trastornos mentales se estableció en 2.5 billones de dólares en el año 2010, y estimando un aumento progresivo de este gasto hasta el año 2030, donde los trastornos mentales supondrá un gasto para la economía mundial de 6 billones de dólares. Esto ha dado lugar a que los analistas y economistas señalen que no hay progreso económico sin salud mental.
Esta claramente determinado que se necesitan más campañas de prevención de las enfermedades mentales, que hay que hacer más conscientes a la sociedad que éstas son enfermedades como las demás e integrarlas definitivamente en la investigación, como en la intervención y formación.
Se me viene a la cabeza que para muchos no es lo mismo acudir al médico por un problema físico que por uno mental. Cuando nos refriamos acudimos, sin pensar, a nuestro médico de cabecera y no dudamos ni un instante, nos tomamos lo que nos recete y confiamos en que nos encontraremos bien. Cuando un sujeto se encuentra emocionalmente mal, tarda mucho en acudir a su médico de cabecera y ya mucho más, cuando se trata de acudir al psicólogo. Tenemos la idea preconcebida de que hay que estar muy mal para acudir a hacer terapia.
La intervención psicológica está destinada, no sólo a superar las neurosis o problemas mentales, sino también para que nos sintamos más a gusto con nosotros mismos, llevemos una vida más placentera y disfrutemos de nuestras circunstancias, sean cuales sean.
Cada día estoy más convencida que la prevención es vital. Prevenir las enfermedades mentales es tan importante como prevenir un cáncer o cualquier otra enfermedad crónica. Es fundamental actuar y buscar ayuda antes de encontrarnos sumergidos en un problema más grave. La mayoría recurre a la medicación como forma de salir del "pozo" donde se encuentra, sin embargo, hay mucho trabajo por hacer antes, sobre todo si se actua a tiempo. Cabe resaltar que éste es un problema personal y social.
Como ha dicho, la Sr. Rosalynn Carte, Presidenta Honoraria de la Tercera Conferencia Mundial sobre la Promoción de la Salud Mental y la Prevención de los Trastornos Mentales y de la Conduca, "la prevención de los trastornos mentales y la promoción de la salud mental es fundamental para reducir la carga de esas enfermedades y ayudar a las personas a desarrollar todo su potencial".