Llegan los Lakers a su tercera final consecutiva, la séptima en 10 años (todas con Jackson, Kobe y Fisher) y la 31ª de su historia, la 13ª en la carrera de Phil Jackson, con 15 títulos a sus espaldas. Los Celtics juegan la segunda final en tres años y la 21ª en sus 64 años de historia, donde acumulan 17 títulos. No hace falta decir que son los dos equipos más laureados de la NBA. Si a eso añadimos que se han enfrentado en 12 finales con un balance de 10-2 para los de Massachussets, la úlima de ellas hace dos temporadas con humillación incluída en el sexto encuentro con paliza de los Celtics en el Garden incluída, el título de "La Final siempre esperada" viene como anillo al dedo.
Tras situaciones completamente distintas a lo largo de la temporada regular, donde los Lakers se esperaba que dominaran la Conferencia Oeste, como finalmente ocurrió, aunque con más problemas de lo esperado, los Celtics aspiraban a establecerse como un rival de Cavs y Magic por la primera plaza del Este, objetivo fallido tras caer hasta la cuarta posición. Sin embargo, durante los Playoffs, los Lakers recuperarían a Andrew Bynum -que no jugó en 2008- y, tras una primera serie algo complicada ante Thunder, barrieron a Jazz y han vencido a los Suns en 6 partidos. Los Celtics se han puesto 3-0 por delante ante Heat y Magic y vencieron en 6 encuentros a los Cavs de Lebron James con una defensa y un táctica que no intenta frenar a la estrella del equipo rival (Wade 33'2 pts, Lebron 26'8 y Howard 21'8), pero que disminuye los porcentajes de tiro y cierra mejor el rebote.
Estas finales tienen aire de revancha. La mayor parte de los jugadores repiten de 2008 y muchos andan con cuentas pendientes. Pau Gasol se sintió humillado por Kevin Garnett y salió muy perjudicado de sus primeras finales (de lo que se resarció la temporada pasada) y seguro que saldrá hipermotivado, sobretodo viendo el peso que está teniendo en estos Playoffs (20 puntos, 10'9 rebotes y 56'5% en tiros). Lo de Garnett es memorable. Su primera temporada en Boston, donde ganó el premio a Jugador Defensivo del Año, acabó en 66 victorias y título para Boston 22 años después. Su segunda temporada, donde faltó a la parte final de la temporada, se terminó en segunda ronda. Este tercer año, jugando al 60 ó 70% de sus posibilidades, Boston ya está en la Final. Este Pau Gasol no es el de 2008 y veremos cómo trata Garnett el "otro baloncesto" que tan bien maneja.
Kobe Bryant está a un nivel de leyenda. Más de 33 puntos por partido ante Phoenix demuestra que los problemas físicos durante la temporada regular han quedado atrás y que en el momento clave, los Playoffs, él es el mejor jugador de la NBA. Tanto Celtics como Lakers funcionan más como equipo que como individualidades, pero el peso ofensivo de los de amarillo recae principalmente en el número 24. Para los Celtics Rajon Rondo se presenta como el factor diferencial. Derek Fisher ha sufrido mucho ante Westbrook, Williams y Nash y Rondo es capaz de hacer más cosas que estos tres, aportando en defensa, rebote y asistencias y anotando aprovechando su velocidad, algo que Fisher dejó de poseer hace algunos años. En la recámara, la elegancia de Ray Allen, la defensa de Artest, el talento de Pierce o el físico de Bynum dejando de lado a dos banquillos no especialmente talentosos. Jackson frente a Doc Rivers, dos entrenadores opuestos en estilos, y la oportunidad de oro de Tom Thibodeau para aspirar a alguno de los muchos banquillos libros que hay en la actualidad en la Liga.
CLAVES:
- El juego interior de los Lakers es muy superior hoy día al que pueden presentar los Celtics a ambos lados de la cancha.
- Duelo de bases: la velocidad de Fisher no puede parar a la mejor versión de Rondo posible. Si el base de los Celtics está bien, Fisher no le podrá parar. Momento de Phil.
- Factor cancha: al contrario que en 2008, los Lakers tienen el factor cancha a favor, principal diferencia de este año.
Echando la vista atrás, los duelos Celtics-Lakers dejan muchos nombres que suenan a parquet antiguo, al Forum y al Garden, a imágenes en blanco y negro y anillos dorados. Elgin Baylor, Jerry West, Bill Russell, Bob Cousy, Sam Jones, Magic Johnson, Larry Bird, Kareem Abdul-Jabbar, Kevin McHale, James Worthy... Seguir escribiendo nombres ilustres llevaría mucho tiempo, pero es el momento de los Bryant, Gasol, Pierce, Garnett, Fisher o Allen, protagonistas que la versión siglo XXI de la mayor rivalidad del deporte de la canasta y una de las más legendarias del deporte mundial.
- Orlando Magic: acabar unos Playoffs con un récord de 10 victorias y 4 derrotas y ni siquiera haber jugado las finales deja un sabor de boca muy amargo. El futuro de Van Gundy queda bastante en entredicho y jugadores como Carter o Lewis salen tocados ante la petición de Howard de que el equipo debe poner más de su parte. La verdad es que los Playoffs de Orlando han sido placenteros ante equipo débiles y los Celtics han dado el estacazo con un juego defensivo que el bueno de Van Gundy y sus gritos no han podido parar. La temporada en general es muy buena, pero estos Magic ya partirán, sin posibilidad de fichajes, como aspirantes al título de nuevo el año que viene. Veremos quién está en el banquillo.
- Phoenix Suns: lesiones de Barbosa y Robin Lopez, la recuperación de Richardson y Frye, un Grant Hill rejuvenecido, la explosión de Dragic y el nivel MVP de Steve Nash acaba con un temporada de finalistas del Oeste por tercera vez en seis años. Uno de los mejores ataques de la Liga y una mejora defensiva han llevado a los Suns a pasar de quedarse fuera de Playoffs para muchos a luchar por unas finales 17 años después. Si bien la temporada podría haber acabado mejor, la sensación es genial. La prioridad debería ser mantener a Stoudemire o buscar un traspaso que refuerce el banquillo, recuperar al mejor Barbosa y esperar la progresión de Lopez. Estos Suns merecen un anillo.