Con la llegada de la primavera, vamos a dar unas pinceladas sobre el parque Quinta de los Molinos (Madrid).
Breve reseña
Hace unos días, en la entrada del Parque Quinta de los Molinos, había una guía explicando parte de su historia. La resumo en unas pocas líneas:El Parque Quinta de los Molinos, perteneciente al Ayuntamiento, es un lugar lleno de historia y encanto. Tiene unas 25 hectáreas de tamaño, el equivalente a 35 campos de fútbol. Se divide en dos zonas básicamente: la zona norte, más romántica, y la zona sur, más agrícola.El arquitecto, César Cort, originario de Alicante, extrañaba el paisaje de su tierra natal donde hay multitud de almendros, por lo decidió diseñar un espacio abierto de jardines con estos árboles originarios de Asia.
Los herederos cedieron los terrenos al Ayuntamiento.Los almendros
En el parque hay dos tipos de almendros según el color de las flores:
- Con flores blancas, dan almendras larguetas (las alargadas).
- Con flores rosas, dan almendras marconas (más redondas y pequeñas).
El Palacete y los molinosEl Palacete, ubicado cerca de la entrada de la calle Juan Ignacio Luca de Tena, solía ser la residencia del arquitecto César Cort, pero no hay que imaginarlo como un palacio espectacular, sino que destaca por su sobriedad y elegancia discreta. Allí se encuentra una cafetería y una escuela de hostelería, además de funcionar como casa cultural.
En el Parque Quinta de los Molinos hay dos molinos que no son como los de Castilla-La Mancha, sino que son más pequeños, antiguos y sirven para extraer agua y regar los jardines. Además, hay un pozo y un depósito de agua. También se puede disfrutar de una pista de tenis con una distintiva pared rosa.
Curiosidades: durante la época de floración de los almendros, se han instalado dos aseos adicionales: uno en la salida a la calle Alcalá y otro en el puente. La cafetería del Palacete también cuenta con aseos.
Ese espacio abierto suele estar más concurrido los fines de semana, especialmente los viernes, sábados y domingos, y durante la floración de los almendros. Entre semana hay menos visitantes, lo que brinda una experiencia más tranquila. Muchas personas se sientan bajo los almendros para disfrutar de un picnic o incluso celebrar alguna fiesta.
Es un parque encantador.
*El mejor mes para ver los almendros en flor es febrero, la floración suele producirse hasta principios de marzo.