Mereció la pena recorrer 800km y atravesar la Penínsulade punta a punta para presenciar una de las imágenes más extraordinarias que el Valle del Jerte nos ofrece: sus cerezos en florEl Valle del Jerte se encuentra en la provincia de Cáceres haciendo frontera con Castilla por las Sierras de Gredos y Béjar. Su paisaje es agreste y lo atraviesa el río que le da nombre. El microclima del que goza ha permitido el desarrollo del cultivo de la cereza en muchas de sus variedades, en un terreno dispuesto en forma de terrazas que se escalonan sobre el curso del río de aguas claras. De hecho, Jerte deriva de Xerete que en árabe significa limpidez de aguas.
Con la llegada de la primavera, los cerezos del Jerte - que se calculan en más de un millón - explotan cubriendo de blanco el paisaje, como una neblina que envuelve todo el valle.Es difícil predecir los días de máxima floración y hay que considerar que se produce de forma escalonada según las diferentes variedades. Tiene una duración de 10 a 15 días, empezando por la parte baja del valle y siguiendo a lo largo de unos cuarenta kilómetros, desde Plasencia hasta el Puerto de Tornavacas. También son más tempranos los de la solana, que crecen de la cuenca del río hasta Piornal, el pueblo más alto de todo el valle.
Este año y debido a las bajas temperaturas invernales, la floración ha empezado más tarde de lo habitual, por lo que sólo pudimos verlos en su máximo esplendor en la parte baja del valle. De todas formas, cogimos unos días muy soleados y la diferencia en el porcentaje de flores abiertas se hizo muy notable entre el primer y último día.La blanca flor del cerezo es tan bella como efímera pero los lugareños dicen que una vez desaparece, el paisaje se va transformando sin perder encanto. La flor da paso al preciado fruto cuyas tonalidades de rojo – desde anaranjado hasta casi negro – contrastan con el verdor de las hojas. La recolección se lleva a cabo desde abril hasta mediados de julio, los pueblos se llenan de jornaleros y las cooperativas reciben millones de kilos donde se clasifican y comercializan.Con la llegada del otoño, el valle vuelve a cambiar su tonalidad cromática y predominan los pardos y rojizos de castaños y robles.Ese privilegio que la Naturaleza le ha dado se complementa con muchos otros atractivos que hacen de esa zona un lugar muy recomendable para ir a pasar unos días de vacaciones.
Disfrutar de la Naturaleza
Y en cualquier época del año. El valle tiene una infinidad de rincones preciosos, una buena red de senderos para hacer excursiones, abundante agua con piscinas naturales en el río donde poder refrescarse en verano y unas cascadas espectaculares...Algunos de estos lugares son:
Reserva Natural Garganta de los Infiernos
Se encuentra entre los pueblos de Jerte y Cabezuela del Valle. A la entrada de la Reserva está el Centro de Interpretación de la Naturaleza y desde aquí se pueden seguir diferentes rutas. Una de las más concurridas es la de los pilones, unas pozas naturales que la erosión del río ha formado en la piedra granítica.
Garganta de MartaDe Cabrero sale un camino (justo a la derecha del monumento de la cabra, símbolo del pueblo) hacia Valdastillas. Entre campos de cerezos llegamos a la Garganta de Marta, un lugar con mucha vegetación y mucha agua. Desde un puente se ve el salto de agua a tus pies, impresiona un poco pero merece la pena.
Bienvenidos a Cabrero
En dirección a la cascada, Garganta de Marta
Cascada del Caozo y Garganta BonalA unos 3 km saliendo de Valdastillas hacia Piornal encontramos un desvío que tras unos 500 metros conduce a la Garganta Bonal. Se puede dejar el coche a pie de carretera y tras escasos 100 metros se llega a la espectacular Cascada del Caozo. Después de un invierno de nieve y lluvia la pudimos ver con una gran caída de agua, impresionante. Si nos guiamos por la afluencia de visitantes, parece un lugar mucho más turístico que el anterior.
Ya fuera del valle pero a muy pocos kilómetros se encuentran la comarca de La Vera, el Valle del Ambroz o el P.N de Monfragüe.
Ruta de Carlos V
Empieza en Tornavacas y recorre el camino que siguió el emperador hasta el Monasterio de Yuste donde se retiró hasta el final de sus días. El camino entra en la Garganta de los Infiernos y empieza una dura subida por el Valle de La Vera para descender luego a Jarandilla. Son unos 30km que pueden hacerse en 8 horas. Podemos aprovechar para comprar alguna lata del famoso pimentón de La Vera.
En el Valle del Ambroz tendremos la oportunidad de ver grandes dehesas y pueblos históricos, como Hervás, que mantiene un importante barrio judío.
Dejando atrás Plasencia en dirección a Trujillo, cruzamos el Parque Nacional de Monfragüe a través de unos magníficos paisajes. Se encuentran diferentes puntos a pie de carretera donde hay miradores de observación de aves, especialmente los buitres leonados que aquí vienen a nidificar. Pero también se puede ver el buitre negro, el águila imperial o el águila perdicera que nidifican en los árboles o en las mismas cumbres de las rocas. Uno de los miradores más concurridos es el llamado Salto del Gitano, donde se pueden ver las aves planeando entre rocas de piedra multicolor.
Dejando atrás la sierra y siguiendo en dirección a Trujillo se ven extensas dehesas donde pace el ganado y los cerdos ibéricos se amontonan al sol bajo las encinas que producen las bellotas, fruto que los alimenta y transforma su grasa en un manjar de dioses.
Visitar los pueblos del Valle
El Valle del Jerte está compuesto por 11 pueblos:Entrando por el Puerto de Tornavacas hacia el río, el primero que se encuentra es Tornavacas. Le siguen Jerte, Cabezuela del Valle y Navaconcejo, situado en el centro del valle y donde estuvimos alojados las tres noches en una preciosa casa rural entre cerezos.Continuando por la N110 en dirección a Plasencia, encontramos Valdastillas, Piornal, Cabrero, Casas del Castañar y Barrado, a la izquierda, mientras que El Torno y Rebollar quedan a mano derecha.
Cabezuela del Valle
Cabezuela del Valle
Navaconcejo
Las cerezas están presentes en todas partes. Navaconcejo
Casas del Castañar y El Torno a lo lejos
Navaconcejo
Vista desde la habitación. Navaconcejo
Visitamos varios de ellos y uno de los más interesantes es
Cabezuela del Valle, donde se encuentra el Museo de la Cereza.Se trata de un pequeño museo situado en una casa de arquitectura típica del valle. Es gratuito y la visita totalmente recomendable.Aquí aprenderemos cuando empezó el cultivo de la cereza en el Valle del Jerte, qué tipos de variedades se cultivan y las características de cada una de ellas, qué tipo de suelo y de climatología es la más adecuada, los métodos de recolección, la selección por tamaños tal como se hacía en la antigüedad y tal como se lleva a cabo actualmente, la función de las cooperativas ... todo ello acompañado de excelentes fotografías, amenos textos, pantallas táctiles, muestra de utensilios del campo y un entrañable audiovisual en el que algunas personas mayores recuerdan como vivieron en su juventud el cultivo de la cereza y como se vive en la actualidad.La zona antigua de Cabezuela del Valle se llama La Aldea, se encuentra en la parte más alta y está declarada conjunto Histórico – Artístico. Algunas casas conservan la arquitectura tradicional y constan de una gran puerta de entrada que da paso a la cuadra y en un segundo piso, la vivienda. Tienen balcones de madera con un secadero y tejado con voladizo.Cabezuela del Valle
Cabezuela del Valle
Cabezuela del Valle
Tras el portal de la foto anterior. Cabezuela del Valle
Cabezuela del Valle
Cabezuela del Valle
Cabezuela del Valle
En los diferentes pueblos, algunas de estas casas de se han rehabilitado y se alquilan completas o por habitaciones, por lo que se encuentra una buena oferta de alojamiento con encanto, pero lamentablemente se encuentran otras bastante deterioradas.Visitar Plasencia
Es conocida como “la perla del Jerte” y es el centro económico y social del norte de Cáceres. Fue fundada en 1189 por el rey Alfonso VIII con la finalidad de dominar y defenderuno de los más importantes nudos de comunicación en la Rutade la Plata, así como los valles que la unían con Castilla o las riberas del Tajo.
Muralla. Plasencia
Puerta de Trujillo. Plasencia
Conserva su muralla y cuatro de las ocho puertas de acceso y es dentro de ese recinto amurallado donde se encuentran la mayoría de atractivos de la ciudad.
Se puede empezar la visita por la Plaza Mayor, el centro de actividad social y económica donde cada martes se sigue realizando un tradicional mercado de productos agrícolas y artesanales. Es aquí donde se levanta el Palacio Municipal, con bonitas arcadas y un gran escudo de Carlos V. En la torre del reloj se encuentra el personaje más popular de la ciudad, el llamado abuelo Mayorga que es el encargado de tocar las horas.Palacio Municipal en la Plaza Mayor. Plasencia
Abuelo Mayorga
De la Plaza Mayor sale la calle Zapatería donde se pueden ver algunas placas indicando las casas de las diferentes familias judías ya que Plasencia tuvo una de las comunidades sefardíes más grandes de Extremadura.Plasencia es ciudad Episcopal y tiene dos catedrales: La Catedral Vieja es de los siglos XIII – XIV y conserva una puerta románica de arco de medio punto frente al Palacio Episcopal. Desde el claustro se puede acceder a la Capilla de San Pablo, antigua Sala Capitular, que alberga la imagen de la Virgendel Perdón. Sobre esta capilla se levanta la conocida Torre del Melón, cubierta completamente de escamas de piedra. El claustro es el punto de unión entre ambas catedrales y en alguno de sus rincones se puede observar como la nueva construcción se intercala con la antigua. Así pues, adosada a la primera, se encuentra la Catedral Nueva, construida en una mezcla de estilos renacentista, plateresco y barroco. En su interior tiene un interesante coro con escenas bíblicas y de diferentes animales.
Catedral Vieja. Plasencia
Detalle fachada Catedral Vieja. Plasencia
Una de las fachadas de la Catedral Nueva. Plasencia
Claustro en la Catedral Vieja. Plasencia
En la misma Plaza de la Catedral destacan la Casa del Deán (s. XVII), la Casa del Doctor Trujillo y el Hospital Provincial de Santa María.
Plasencia tiene otras iglesias de interés, entre las que se encuentran la Iglesia de San Martín, la Iglesia de San Vicente Ferrer y la Iglesiade San Nicolás. Esta última tiene un fabuloso retablo y una pila bautismal original del siglo XIII.Pila bautismal (siglo XIII). Iglesia San Nicolás, Plasencia
El Convento de San Vicente Ferrerestá junto a la iglesia del mismo nombre. Fue fundado a mitad del siglo XV por los Duques de Plasencia Álvaro de Zúñiga e Isabel Pimentel junto a su propio palacio, como promesa por la recuperación de la salud de uno de sus hijos. Para su construcción se expropiaron los terrenos que ocupaban la sinagoga más grande de la ciudad y parte de la aljama judía. Actualmente es el Parador Nacional de la ciudad y se permite visitar el antiguo claustro y algunas de las estancias comunes.Claustro Convento San Vicente Ferrer, Plasencia
Claustro convento, actual Parador Nacional, Plasencia
Las piedras también hablan en Plasencia y los escudos y blasones que vemos en muchas de las fachadas nos recuerdan que fue una ciudad de nobles. Algún palacio se ha convertido en hotel de lujo pero muchos de ellos se encuentran en un pésimo estado de mantenimiento. Entre los más importantes cabe citar:El Palacio Monroy o Casa de las dos Torres (el más antiguo de la ciudad y actualmente en venta), Palacio del Marqués de Mirabel (construido por los Duques de Plasencia), Palacio de los Carvajal-Girón (hotel) o Casa de las Infantas.Palacio del Marqués de Mirabel en la Plaza de San Nicolás. Plasencia
Palacio Monroy. Plasencia
Puerta de entrada. Palacio Monroy, Plasencia
Palacio del Marqués de Mirabel. Plasencia
Palacio de los Carvajal - Girón. Plasencia
Fuera de la muralla pueden verse los 55 arcos que se conservan del acueducto medieval que conducía el agua a Plasencia desde El Torno y las sierras de Cabezabelloso.
Acueducto. Plasencia
No pasar por alto la gastronomía
La oferta gastronómica es rica y variada: Son muy conocidas las migas o las patatas revolcás pero me quedo con los deliciosos asados, la caldereta de cabrito, los quesos y los buenos embutidos ibéricos. Otro de los platos más típicos del valle es la trucha a la jerteña.Con las cerezas se elaboran también mermeladas y el kirsch, el aguardiente obtenido por destilación del zumo fermentado.
Venta de productos típicos
Sin embargo, lo mejor de este viaje fue poder compartirlo en familia, un magnífico regalo y un gran recuerdo.
Cerezos y más cerezos .... es inevitable hacer muchas fotos
Escondida tras los cerezos está la casa rural donde nos alojamos