Hoy, 15 de Abril de 2009, se cumple exactamente un año desde la creación de este blog. Muchas cosas interesantes han ocurrido a partir de esa fecha en lo que respecta a mi vida personal e intelectual. De hecho, al igual que en la vida misma, he ido aprendiendo cosas en el camino, ya sea porque he recopilado más información cada día, como también porque he podido aprender de mis errores y actualizar mis constructos intelectuales, los cuales van cambiando y evolucionando para bien.
Por ejemplo, en gran parte de mis escritos anteriores a este año, consideraba (no a rajatabla, pero sí lo pensaba seriamente) que las ideas religiosas tenderían a desaparecer algún día, y que con ellas, muchas de las injusticias y barbaridades surgidas del seno de instituciones religiosas poderosas como el catolicismo o el Islam, por ejemplo, también lo harían. Sin embargo, a medida que iba leyendo más libros y artículos de investigación, me fui dando cuenta de que el cerebro humano funciona de tal manera que la religiosidad y la tendencia a creer en cosas sin necesidad de evidencias es totalmente normal (aunque no por ello siempre buena). Existen mecanismos neurológicos asociados a características naturales del ser humano, como las emociones, la detección de intencionalidad y de causalidad, entre otros, que permiten una base biológica para la tendencia humana general a creer en lo sobrenatural.
Descubrir cosas como esta, constituyen un interesante ingrediente que enriquece mis ideas y que hacen surgir más preguntas y disyuntivas a la ya de antemano interesante labor intelectual que supone leer, investigar, y darse tiempo para escribir artículos para el blog, además de la misma tarea que requiere mi carrera: la biología.
A pesar de esta tendencia natural, es innegable que existen muchas barbaridades realizadas por las mayores instituciones religiosas del mundo, cuestión que me mantiene aún convencido de que tendría que haber un cambio radical en la religiosidad de las personas para evitar cosas como las que se hacen y se han hecho a lo largo de la historia en el nombre de uno o más dioses.
Abolir las creencias religiosas de la gente o la tendencia natural a la credulidad en general, sería tan insensato como querer obligar a la gente a que crea en algo. Sin embargo, creo que las malas ideas pueden ser reemplazadas por nuevas ideas revolucionarias y más acordes con la realidad de nuestra naturaleza. Esto es por lo que lucho y lucharé siempre: el derecho a pensar libremente y a pensar diferente a los demás. Pero también por el deber de las personas a ser más responsables y elucidar nuestro papel dentro del mundo y nuestra verdadera naturaleza, lo cual, creo yo, es un requisito indispensable para construir un mundo mejor, más consciente de nuestras acciones y más justo con todos los seres vivos e incluso con los demás miembros de nuestra propia especie.
A pesar de que soy consciente de que mis artículos anteriores contienen muchas de estas ideas que ya no tengo, o que en todo caso, han evolucionado, he preferido dejar los artículos tal y como están para así poder leerme a mi mismo y ver cómo es que las personas (en este caso, yo mismo) van cambiando y no son inmutables en lo absoluto.
Espero que este blog haya ayudado a mucha gente y que siga ayudando de muchas maneras, ya sea como entretenimiento, como fuente de información, como columna de opinión, o como sitio de reflexión personal.
Gracias a todas las personas que me han seguido y apoyado hasta ahora.
Y en lo que a mi respecta, mi labor en este blog no tiene un final cercano.