Comenzamos un nuevo reto, con ilusión, con dudas, dispuestas a darlo todo. Mis hijas en su papel de estudiantes, y mi marido y yo como padres, pendientes y en guardia de un nuevo año, que no solo enseñará a Blanca, Lucía y a Ana, sino a nosotros como padres.
He elegido esta foto, por lo que significa, una escalada, en un rocódromo con una cuerda que está ahí para tensarse en caso de que falle algún paso y evitar que se haga daño, seguridad le llaman algunos, estar pendientes, cuidado, observación, vigilancia, podemos llamarlo de muchas formas.
Mi madre siempre dijo que el ojo del amo engorda al caballo, y eso es aplicable a todo, no solo a los negocios, al trabajo, también al matrimonio, a los hijos, a la familia, a los amigos, a la vida misma. Cuando hacemos las cosas con cariño, cuando ponemos nuestro corazón en dar lo mejor de nosotros mismos, los planes van saliendo, algunos se atascan a veces, otros parecen imposibles, pero al final los objetivos se cumplen.
Y de eso se trata, de entre todos, conseguir los objetivos para este nuevo curso que comienza, yo ya estoy preparando mi lista de cosas que tengo que mejorar, que tengo que optimizar, y ando enfrascada preparando como una loca materiales de apoyo, una vez que he tenido el primer contacto con los libros de texto que acompañarán a mis hijas durante esta nueva etapa escolar.
Se que pondremos de nuestra parte, y se también que para esos momentos de agobios, de pereza, de sacrificios, la mano de Dios estará ahí con nosotros indicándonos cuál es el camino correcto.
Que tengáis un buen comienzo de curso escolar.