Y Argentina se topó con la realidad en forma de gallo francés con un espolón imposible de parar, Kylian Mbappé. Lo vivido por la albiceleste hasta el día de ayer era una ficción vestida de pasión, alma, ganas...todo al más puro estilo de los anuncios de Quilmes, pero fútbol lo que se dice fútbol, poco.
A una selección con algunos nombres totalmente desconocidos se une un once donde Javier Mascherano, quien en enero dejó el FC Barcelona consciente de que no estaba ya para el primer nivel, era el encargado de subir el balón. En cuanto a Messi, aportación decepcionante de un jugador claramente bloqueado psicológicamente consciente de llevar en sus botas el peso de 44 millones de entrenadores. Mención aparte merece Sampaoli maniatado por las críticas llevando a jugadores en los que no cree, caso flagrante el de Dybala quien se marcha de este Mundial con 22 minutos jugados. Se acaba una generación en Argentina y el problema es que no parece haber relevo.
Francia por su parte hizo una primera parte bastante discreta, la segunda fue otro cantar. Poco se puede decir del hombre del partido, Mbappé combina una arrancada que el mismísimo Ronaldo Nazairo firmaría junto con una calidad técnica y comprensión del juego impropios de un jugador de tan solo 19 años. Muchos dicen que es el jugador del futuro, para mi es el jugador del presente.
Los franceses son favoritos, pero no claramente favoritos. No hay selección que le tosa en el aspecto físico, tiene buenos centrales y arriba pura dinamita. Sin embargo, como se suele decir, hay "un algo" que me hace ser cauto a la hora de verla como campeona. Deschamps no propone nada del otro mundo aunque al menos puede presumir de que su equipo hace a la perfección aquello que quiere. Defensa en bloque, mediocampo con mucho músculo y transiciones rápidas aprovechando la velocidad de Griezmann y Mbappé. Veremos hasta dónde le da.
Uruguay se dejó el alma y acabó echando del Mundial a una Portugal muy pobre. Los uruguayos son conscientes de sus limitaciones, sin embargo se pueden poner como ejemplo de lo que debe ser un verdadero equipo, suplir carencias con las aportaciones de todos. Su pareja de centrales con Godín y Giménez no tiene parangón en Rusia (Piqué y Ramos a día de hoy no están y casi diría que ni se les espera) y arriba tienen eso que se necesita sobre todo en las eliminatorias, dos primeros espadas como Suárez y Cavani. No lo tendrá fácil Francia.
En cuanto a Portugal, pobre balance para una selección dependiente de lo que haga el 7. Esperaba más de jugadores como Guedes o Bernardo Silva. No me gustó la actitud de su entrenador Fernando Santos revisando en el móvil al terminar el encuentro lo que él consideraba un agravio arbitral. En definitiva, pobre final para la campeona de Europa.
Y hoy le toca el turno a España, cuyo máximo rival será ella misma. Las sensaciones no son buenas, pero a juzgar por los emparejamientos este Mundial parece estar hecho para el equipo dirigido por el NO entrenador Fernando Hierro. Mantener a De Gea, Carvajal o Silva demuestra que en el banquillo se sienta un pelele dispuesto a desaprovechar una ocasión que no volverá a tener en su vida.
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