Ayer sábado tuve la oportunidad de que me invitaran al Primer Taller Territorial Medios Cubanos en la Red realizado en Santa Clara, donde periodistas de Camagüey, Ciego de Ávila, Santi Spiritus, Cienfuegos y Villa Clara se quitaron la camisa para decirse muchas verdades sobre su trabajo en la Internet. Me sentí extraño y descontextualizado, pues NO SOY PERIODISTA y la internet para mi NO ES UN TRABAJO. Era necesario criticar a quienes automáticamente publican lo que escriben otros, ya sea de prensa oficial o no, pues si quieres estar en la red diciendo algo que otros deseen escuchar, debes decirlo tú. Era necesario criticar a aquellos que no se comprometen con lo que escriben, la NEUTRALIDAD los hace intrascendentes. Dice Alfonso Sastre: "Los intelectuales son profesionales de la opinión (y actúan como
creadores de opinión), de la crítica (y son críticos sociales) y de la
exploración de la realidad por medio de la inteligencia y de la
experiencia organizada para eso (y son filósofos y científicos)". No se puede ir por el mundo virtual obligando a que otros piensen como nosotros. En mi modesta opinión, este no es un campo de batalla, es un campo de intercambio, de debates, donde hay de todo y lo más importantes es comunicarse, porque en esa comunicación nos conocen, los conocemos, saben lo que pensamos y sabemos lo piensan, descubren cómo vivimos y descubrimos cómo viven, pueden entender nuestras razones y tenemos la posibilidad de comprender las suyas. A diferencia de la Cuba de hoy, donde es necesario buscar más y más espacios para el debate y la confrontación de criterios, en la red de redes están, pero no podemos ir a poner nuestras leyes del juego, sino seguir las que ya están establecidas.
Además, en los debates del taller, alguien se preocupó por quienes no tienen su verdadero nombre en las páginas y para quien le quede duda: Sagua Viva es Yoel Rivero Marín, de todo lo que escribo o digo siempre me haré responsable y llevará mi nombre. De forma general me sentí bien, pues allí me encontré también apasionados como yo que intercambiamos experiencias, herramientas para el uso en las diferentes redes y nos conocimos en un espacio físico real, cuando antes sólo mediaba una ciberamistad, que a veces nos puede deshumanizar.