Primera Comunión
Hace 2000 años doce hombres comparten un pan y el rito se transforma: “Este es mi cuerpo”, les dijo el redentor.
Le plancharon el trajecito y la camisa blanca y recitó de a uno la lista de pecados frente al confesionario. Las señas del cura lo absolvieron de abajo hacia arriba.
Estaba listo.
Caminó temblando por el pasillo de la iglesia ante la mirada emocionada de los padres. Abrió la boca ante el mismo cura salvador de todo pecado. Comulgó.
En la puerta repartió la estampita de “bienvenido al canibalismo“.