Imagen de ALMA de la línea de nieve del monóxido de carbono
El telescopio ALMA ha obtenido la primera imagen de monóxido de carbono en forma de nieve situada en el disco protoplanetario que rodea a la estrella de tipo solar TW Hydrae.
El sistema solar donde se ha realizado el descubrimiento es relativamente joven, el proceso ya era conocido pero hasta ahora no se había podido fotografiar. Estas estructuras suelen aparecer en las regiones más alejadas y frías de los discos a partir de los que se forman los sistemas planetarios. El agua suele ser la primera en llegar al punto de congelación, luego a medida que las temperaturas dentro del disco protoplanetario van disminuyendo suelen empezar a convertirse en nieve moléculas como el dióxido de carbono, el metano y el monóxido de carbono.
Estas formaciones juegan un papel muy importante a la hora de formar los futuros planetoides, los granos de polvo ya recubiertos de nieve ofrecen más resistencia a separarse tras una colisión. El proceso de acrección a través del cual se forman los planetas se ve favorecido por esta especie de “pegamento”, facilitando la formación de cuerpos cada vez mayores.
Según el comunicado de la ESO “la línea de nieve detectada por ALMA es la primera detección de una línea de nieve de monóxido de carbono entorno a TW Hydrae, una estrella joven que se encuentra a 175 años luz de la Tierra. Los astrónomos creen que este incipiente sistema planetario comparte muchas características con nuestro propio Sistema Solar cuando tenía tan solo unos pocos millones de años.”
Recreación de las líneas de nieve en torno a TW Hydrae
La existencia de monóxido de carbono en un sistema estelar tan joven podrían ser muy buenas noticias para los futuros planetas que pudieran formarse. El CO es necesario para la formación de metanol, el cual es imprescindible para la aparición de moléculas orgánicas, esenciales para la vida tal como la conocemos.
Imaginemos grandes cometas provenientes de la parte externa de este sistema solar primigenio transportando en su interior tan preciosa carga hacia los planetas situados en la zona habitable. Imaginemos colisiones, esta historia ya nos suena ¿no?.
Fuente: eso