Bien, hace tiempo escuché una frase que me gustó mucho. Decía que el lector y el escritor de fantasía tienen un acuerdo; el escritor debe crear una coherencia en su mundo fantástico, pero el lector tiene que creer todo aquello que diga el escritor. Esto, amigos míos, tiene un nombre que me parece muy bonito: en inglés se llama suspension of disbelief, y en castellano se conoce como "Suspensión de la credibilidad"
¿Qué es esto? Como os he dicho, este concepto representa la intención del lector para "suspender" la racionalidad, es decir, ignorar o pasar por alto todo aquello que en el mundo real es incoherente, como es la existencia de los minotauros y de los centauros, y concentrarse en la inmersión total en el mundo de ficción. Voy a compartir con vosotros un párrafo de uno de los libros de Vargas Llosa, donde habla de lo que él llama "Poder de persuasión", es decir, cuando una novela te puede enganchar y te atrae a su mundo, es decir, cuando suspendemos la incredulidad.
"El poder de persuasión de una novela es mayor cuanto más independiente y soberana nos parece ésta, cuando todo lo que en ella acontece nos da la sensación de ocurrir en función de mecanismos internos de esa ficción y no por imposición arbitraria de una voluntad exterior. Cuando una novela nos da esa impresión de autosuficiencia, de haberse emancipado de la realidad real, de contener en sí misma todo lo que requiere para existir, ha alcanzado la máxima capacidad persuasiva. Logra entonces seducir a sus lectores y hacerles creer lo que les cuenta, algo que las buenas, las grandes novelas, no parecen contárnoslo, pues, más bien, nos lo hacen vivir, compartir, por la persuasividad de que están dotadas."
¿De qué habla esto? De la primera norma para el escritor: la coherencia. En el mundo fantástico es necesario mantener esa coherencia, es decir, que tu novela sea capaz de ser autosuficiente.
"El poder de persuasión de una novela persigue acortar la distancia que separa la ficción de la realidad y, borrando esa frontera, hacer vivir al lector aquella mentira como si fuera la más imperecedera verdad, aquella ilusión la más consistente y sólida descripción de lo real. Ése es el formidable embauque que perpetran las grandes novelas: convencernos de que el mundo es como ellas lo cuentan."
¿Cómo conseguir esto? Supongo que cada escritor tendrá sus trucos. ¿Mis consejos?
- CREA PERSONAJES CONSTRUIDOS: crea fichas, personajes con luces y sombras, dejando de lado lo estereotipado, dando preocupaciones mundanas a tu personaje, pensamientos que lo conecten con el mundo real.
- QUE LA TRAMA ESTÉ CONSTRUIDA: que los eventos tengan un sentido temporal y espacial, un "contexto" (setting para los ingleses). No hace falta que tenga un sentido "realista", pero sí que se pueda entender en el contexto de tu mundo fantástico.
- QUE LOS DETONANTES Y LAS SOLUCIONES SE BASEN EN LA TRAMA: no uséis el deux machina, es decir, usar algo demasiado fantástico o que no tenga sentido para terminar y cerrar vuestra trama. Cuando escribes fantasía es como si tuvieras un tablero de ajedrez: tienes unas piezas y debes usarlas con mucha precaución. Tomate tu tiempo para ello.
Pero bueno, ¿Cómo creéis que se puede conseguir esto? Aquí abro el debate.
Escritores, ¿Cómo conseguís en vuestras novelas este poder de persuasión?Lectores, ¿Cómo son las novelas en las que habéis sido capaces de "suspender la incredulidad"?