Socialmente, la organización del hombre fue evolucionando de lo más simple a lo más complejo. En los tiempos más antiguos los grupos humanos adoptaron diversas formas de organización con características propias:
Las Ordas
Este tipo de organización se formo por grupos humanos unidos instintivamente por necesidades comunes; por ejemplo, la búsqueda de alimentos o la defensa ante el ataque de animales. Sus miembros no poseían parentesco de sangre; es decir, no descendían de un tronco familiar común.
Los Clanes o Familias
Eran también grupos humanos cuyos integrantes se consideran parientes, por por sangre, sino por ser descendientes míticos de un antepasado común llamado tótem.
El tótem era un animal, insecto, planta, fenómeno natural, etc. Por este motivo, los hombres llevaban tatuajes, blasones, vestimentas o adornos que representaban al tótem del cual descendían como el halcón o el búfalo.
Entre los integrantes del clan, habían mutuas obligaciones, como por ejemplo ayuda mutua, participar en los ritos.
Las Fratrías
Este tipo de organización se dio por la unión de varios clanes formaban una fratría. Por lo tanto, las fratrías tenían las mismas características que aquellos, puesto que solo eran comunidades más complejas.
La Tribu
La suma de varias fratrias daba lugar a una tribu. Sin embargo, cada tribu solía dividirse en dos fratrias, con el objeto de repartirse el territorio que ocupaban para dedicarse a tareas diferenciadas
La Familia Primitiva
Surge en el Paleolítico como concentración de grupos. Es distinta a la actual familia, que surge en el Neolítico y es reconocida después como institución por el Derecho Romano.
El Patriarcado
Posiblemente las sociedades anteriores al sedentarismo estaban gobernadas por personas generalmente ancianas y de gran experiencia llamadas patriarcas. Los patriarcas tenían como función esencial administrar los bienes de la comunidad, organizar racionalmente el trabajo de sus integrantes, presidir el culto religioso, y en general preocuparse del bienestar colectivo.