Revista Cultura y Ocio

Prince of Persia: Las arenas del tiempo

Publicado el 06 junio 2010 por Mike_lee
Prince of Persia: Las arenas del tiempoBasada en la popular saga de videojuegos, la película nos traslada a la Persia medieval para presentarnos a Dastan, joven huérfano acogido por el rey que se verá envuelto en una conspiración para hacerse con el trono y los poderes mágicos de las misteriosas arenas del tiempo. Superado por los acontecimientos, en su camino necesitará la ayuda de la princesa Tamina y de otros inesperados aliados.
Después de la buena impresión causada por los primeros blockbusters de la temporada veraniega (Iron Man 2 y Robin Hood) llega Prince of Persia para recordarnos cómo no se debe filmar un producto de estas características. Con el conocido videojuego como base, los productores de Disney se han propuesto convertir la película en la sucesora de la franquicia Piratas del Caribe, a cuya divertida primera parte no hace ni la más tenue sombra.
Prince of Persia: Las arenas del tiempo
Además de la avaricia de los productores, seguramente la elección del director haya influido en el pobre resultado final: Mike Newell, entre cuyos títulos más destacados se encuentran la comedia Cuatro bodas y un funeral, la cinta de gángsters Donnie Brasco y la cuarta entrega de Harry Potter. Carente de personalidad, la dirección de Prince of Persia abusa de la cámara lenta recreándose en los saltos y piruetas del personaje y perdiéndose en las escenas de acción; por no mencionar la desastrosa combinación de influencias en la trama, que mezcla elementos de la citada Piratas del Caribe con Indiana Jones, La Momia y hasta El Rey Escorpión o del videojego Assassin's Creed, sin llegar a encontrar su estilo propio en ningún momento. Poco puede hacer la banda sonora, que se apoya en un tema principal con supuestos tintes árabes que trata de acompañar las aventuras de los personajes.
El reparto tampoco aporta originalidad: desde unos desaprovechados Ben Kingsley y Alfred Molina (sus papeles son meros clichés) a Gemma Arterton (tal vez la que más se luzca interpretando a una princesa Leia del desierto), pero el principal inconveniente lo encontramos en el protagonista. Jake Gyllenhaal ha demostrado ser un actor con potencial en las geniales (cada una a su manera) Donnie Darko, Brokeback Mountain y Zodiac, pero en esta ocasión no posee el carisma necesario para llenar la pantalla y aguantar el peso de un película concebida para arrasar en taquilla (como sí lo hacen Robert Downey Jr., Will Smith o Johnny Depp, por citar unos ejemplos).
Prince of Persia: Las arenas del tiempo
En fin, un blockbuster fallido a todas luces, que bien por la avaricia de los productores en busca de una nueva franquicia que explotar o bien por la poca personalidad de los implicados en él cae en lo anodino y lo absurdo. Por suerte, no ha sucedido lo mismo con la recién estrenada Kick Ass, de la que pronto hablaremos.

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