Prisioneros lleva días dando vueltas en mi cabeza. Buena señal. Llegué al cine con ciertas dudas y salí de él entusiasmado. Ahora, 72 horas después, pienso rotundamente que esto es un peliculón. Estamos ante un thriller que no te suelta, de esos que te sitúan en un sitio incómodo y te obligan a tomar partido. De esos con los que te implicas por cojones, porque te importan sus personajes y lo que les pasa.
Lo que hace Denis Villeneuve con el guión que tiene entre manos es brutal, porque el texto es bueno pero él lo convierte en algo mucho mejor. Dirige con maestría y hace una peli grande sin recurrir a giros explosivos. Para colmo, el reparto está sensacional, en especial un enorme Jake Gyllenhaal. Él y su puto tic son media peli.
Lo mejor: la solidez y elegancia del conjunto.
Lo peor: hay un pequeño flashback tramposillo que no hacía falta. Por decir algo.