Como no conseguía frutas en el almacén del barrio tuve que recurrir a una rodaja de melón que tenía en la heladera, esta fruta no tuvo tanta aceptación como la banana, la naranja o la manzana en el comedero; los únicos que se arrimaron para darle unos picotazos fueron los naranjeros, los que recién hoy bajaron a probarla ya que ayer con toda la lluvia que cayó fue muy escasa la actividad de aves en el patio, hoy amaneció con sol y los pájaros salieron a buscar comida.