Una investigación reciente encontró que, a consecuencia de haber contraído COVID-19, una proporción significativa de adultos enfrenta problemas de salud mental, dos años después del inicio de la pandemia (Taquet, Sillett, et al., 2022).
Qué metodología usaron
El equipo de investigadores utilizó registros de salud electrónicos de más de 1.250.000 personas que fueron diagnosticadas con COVID, en su mayoría de EEUU, y realizó un seguimiento de la aparición de 14 diagnósticos neurológicos y psiquiátricos importantes en estos pacientes durante un máximo de dos años. Compararon estos riesgos con un grupo de control estrechamente emparejado de personas a las que se les había diagnosticado una infección respiratoria distinta de COVID.
Tres grupos etarios fueron examinados: niños (menores de 18 años), adultos (18-65) y adultos mayores (mayores de 65) por separado. También fueron comparadas las personas que contrajeron COVID justo después de la aparición de una nueva variante (en particular, omicron, pero también variantes anteriores) con las que lo contrajeron justo antes.
Qué encontraron
- Se observó un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos comunes (ansiedad y depresión) después de la infección por COVID, pero el mayor riesgo disminuyó rápidamente. Las tasas de estos trastornos entre las personas que tenían COVID no fueron diferentes de las que tenían otras infecciones respiratorias un par de meses después, y no hubo un exceso general de estos trastornos durante los dos años siguientes.
- Por su parte, los niños no tuvieron un mayor riesgo de sufrir estos trastornos en ninguna etapa después de la infección por COVID.
- Las personas que habían tenido COVID no tenían un mayor riesgo de contraer la enfermedad de Parkinson. Señalan los autores que este hallazgo trajo gran alivio pues había sido una preocupación al principio de la pandemia.
- Los riesgos de ser diagnosticado con algunos trastornos, como psicosis, convulsiones o epilepsia, confusión mental y demencia, aunque en su mayoría aún son bajos, se mantuvieron elevados durante los dos años posteriores a la infección por COVID. Por ejemplo, el riesgo de demencia en adultos mayores fue del 4,5 % en los dos años posteriores a la COVID en comparación con el 3,3 % en aquellos con otra infección respiratoria.
- También se observó un riesgo continuo de psicosis y convulsiones en los niños.
- En cuanto a las variantes, aunque los datos confirman que omicron es una enfermedad mucho más leve que la variante delta, los supervivientes seguían teniendo un riesgo similar de padecer las afecciones neurológicas y psiquiátricas analizadas.
Los resultados de omicron, la variante actualmente dominante en todo el mundo, indican que es probable que la carga de estos trastornos continúe, aunque esta variante es más leve en otros aspectos.
El estudio tiene importantes salvedades. Los hallazgos no capturan a las personas que pueden haber tenido COVID pero no estaba documentado en sus registros de salud, tal vez porque no tenían síntomas. Tampoco fue posible dar cuenta completamente del efecto de la vacunación, porque no contaron con información completa sobre el estado de vacunación, y algunas personas en el estudio contrajeron COVID antes de que las vacunas estuvieran disponibles. En un estudio anterior encontraron que los riesgos de estos resultados eran bastante similares en las personas que contrajeron COVID después de vacunarse, por lo que es posible que esto no haya afectado significativamente los resultados (Taquet et al., 2022).
Además, los riesgos observados en son relativos a las personas que habían tenido otras infecciones respiratorias. No se analizó cómo se comparan con las personas sin ninguna infección. Tampoco se sabe qué tan severos o duraderos fueron los trastornos.
Finalmente, el presente estudio es observacional y, por lo tanto, no puede explicar cómo o por qué COVID está asociado con estos riesgos. Las teorías actuales incluyen la persistencia del virus en el sistema nervioso, la reacción inmune a la infección o problemas con los vasos sanguíneos (Taquet & Harrison, 2022).
Referencias bibliográficas:
- Taquet, M., Dercon, Q., & Harrison, P. J. (2022). Six-month sequelae of post-vaccination SARS-CoV-2 infection: A retrospective cohort study of 10,024 breakthrough infections. Brain, Behavior, and Immunity, 103, 154-162. https://doi.org/10.1016/j.bbi.2022.04.013
- Taquet, M., & Harrison, P. J. (2022). Exposure to phenytoin associates with a lower risk of post-COVID cognitive deficits: a cohort study. En Brain Communications. https://doi.org/10.1093/braincomms/fcac206
- Taquet, M. Sillett, R., Zhu, L., Mendel, J., Camplisson, I.,Dercon, Q., Harrison, P. J., (2022). Neurological and psychiatric risk trajectories after SARS-CoV-2 infection: an analysis of 2-year retrospective cohort studies including 1284437 patients. En The Lancet Psychiatry DOI:https://doi.org/10.1016/S2215-0366(22)00260
Fuente: The Conversation