Los sobrevivientes adultos de cáncer infantil pueden sufrir problemas emocionales y menor calidad de vida a causa de los efectos físicos a largo plazo por su tratamiento contra el cáncer, según un nuevo estudio.
Los investigadores utilizaron datos del Childhood Cancer Survivor Study para evaluar los efectos de las cicatrices, desfiguración y pérdida del cabello persistente experimentado por más de 14.000 adultos sobrevivientes de cáncer infantil. Los sobrevivientes fueron comparados con los hermanos que no habían tenido cáncer en la infancia.
Los sobrevivientes con pérdida del cabello persistente tenían un mayor riesgo de ansiedad, las mujeres sobrevivientes con pérdida del cabello persistente tenían un mayor riesgo de síntomas depresivos, y los sobrevivientes con una desfiguración en la cabeza o el cuello tenían un mayor riesgo de depresión.
Los resultados muestran que cómo el cáncer puede afectar a los pacientes pediátricos mucho tiempo después. Ayudan a ilustrar la compleja cadena de eventos que el cáncer en la infancia puede tener en la calidad de vida como adulto.
Durante mucho tiempo, los profesionales de la salud han sido conscientes de que la radioterapia se asocia con mayor riesgo de problemas emocionales y problemas sociales, aunque no se termine de entender el proceso que ello implica. Este estudio comienza a trazar este proceso.
Los esfuerzos para mejorar las habilidades de afrontamiento y el ajuste emocional deben ser implementados para pacientes con riesgo más alto.
El siguiente paso, dicen los profesionales, sería hacer un esfuerzo para minimizar las alteraciones en la apariencia física de los pacientes pediátricos con cáncer durante el diagnóstico y tratamiento.
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