Revista Pareja
Numerosas parejas que acuden a consulta por la existencia de problemas en sus relacione sexuales, se descubre que parte de los mismos tiene su origen en un problema de comunicación verbal y/o afectiva. Muchas parejas tienen dificultades para mostrarse los sentimientos, los afectos, de manera que suelen tener carencias afectivas que acaban produciendo carencias sexuales. Es más fácil que una relación sexual se deteriore tras un deterioro de la comunicación. La sexualidad es un estado de equilibrio que guarda relación con el bienestar dentro de la pareja. Cualquier problema que produzca desacuerdos dentro de la pareja, directamente afectará a la vida sexual. Por eso que los problemas sexuales deben tratarse psicoanalíticamente, pues no dejan de ser expresiones de hostilidades que acontecen en la vida de la pareja pero que no se saben gestionar correctamente. Cuando afectos tales como el rencor, el desprecio, la falta de amor, el odio, etc., se viven en silencio o se ocultan, de manera indirecta se expresan con ausencia o con síntomas en la relación sexual. La frigidez femenina o impotencias masculinas se producen también como manifestación del rencor o de la hostilidad hacia el otro. La falta de deseo nunca es verdadera, simplemente el deseo se desplaza hacia el síntoma sexual. Una frigidez puede esconder el deseo de venganza que se satisface en la interrupción o la negación de sexo al otro partenaire. Por ejemplo, la impotencia masculina no deja de ser también, un castigo hacia la mujer al ser una forma de dejarla insatisfecha o frustrada. Todo esto son aproximaciones a la sintomatología sexual en la vida de pareja. Una vez en consultorio, cada pareja es un caso distinto y específico que debe tratarse de manera personalizada.